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La historia de Nigua: de pulgas a prisión

La pulga Nigua

Nigua. Para muchos, el nombre de una comunidad perteneciente a San Cristóbal. Para otros, el de un río que desemboca en el mar Caribe; pero también una “pulga que penetra en la piel” que produce en ella una desesperante picazón, y para los presos políticos durante la dictadura de Trujillo, una cárcel, un centro de torturas del que casi nunca se salía vivo.

Altice

El registro de Fray Bartolomé de las Casas

Muy temprano, en los primeros años de las llegadas de los españoles a la isla, Fray Bartolomé de las Casas registró en su obra Historia de las Indias, escrita en el siglo XVI, la forma en que esa pulga afectaba la salud de los lugareños y de los españoles.

La cárcel de Nigua

Tal vez por las razones expuestas por el cura dominico, fue que se relacionó el nombre del tormentoso bicho con la cárcel que en el poblado del mismo nombre construyeron los norteamericanos durante la ocupación militar (1916-1924).

Construcción y funcionamiento

La penitenciaria comenzó a ser construida en 1919, utilizando los recursos especializados mediante Orden Ejecutiva número 257. Durante la dictadura, los opositores sentían un terrible miedo de ser llevados al presidio que funcionaba en la localidad de Nigua.

Características de la cárcel

De acuerdo al periodista Santiago Estrella Veloz, la cárcel contaba “de cinco pabellones dispuestos en semicírculos presididos por un local en forma circular destinada a las oficinas y celdas oscuras o solitarias y ubicadas en el centro”.

La fama de la cárcel

Aunque tuvo la categoría de penitenciaría nacional a partir de aproximadamente 1922, ya en 1927 había cobrado fama de ser el centro carcelario más inhumanos de la República, tal y como fue denunciado por varios congresistas en ese año.

de confianza de Trujillo, que se encargaba de aplicar los castigos más crueles a los prisioneros y de mantener el orden en el penal. Los prisioneros eran sometidos a trabajos forzados en las fincas del dictador, donde las condiciones eran extremadamente duras y la supervivencia era un desafío diario. La cárcel de Nigua se convirtió en un símbolo de la represión trujillista y de la brutalidad del régimen dictatorial en la República Dominicana.

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Condiciones inhumanas en la cárcel de Nigua

Las condiciones denunciadas en 1927 sobre la cárcel de Nigua se volvieron aún más inhumanas durante la dictadura de Trujillo a partir de 1930. La prisión no solo funcionaba como una penitenciaría nacional, sino que también se utilizaba como cárcel política donde se aplicaban torturas y castigos especiales a los opositores al régimen. Además, se aprovechaba a los prisioneros como mano de obra en las fincas del dictador, donde las condiciones de trabajo eran extremadamente duras y la supervivencia era un desafío diario.

Trabajo forzado y represión en la cárcel de Nigua

El régimen de Trujillo obligaba a los prisioneros de Nigua a trabajar en las fincas del dictador, basándose en una ley que condenaba al trabajo público a los reclusos, especialmente a aquellos considerados como opositores al gobierno. Uno de los prisioneros que sufrió estos abusos fue el doctor Juan Isidro Jimenes Grullón, quien fue apresado en 1934 acusado de intentar asesinar a Trujillo. Tras su liberación, denunció las atrocidades cometidas en la cárcel de Nigua y proporcionó detalles sobre las condiciones inhumanas del recinto.

Testimonios de la brutalidad en la cárcel de Nigua

En su obra testimonial “Una Gestapo en América”, el doctor Jimenes Grullón relata su experiencia en la cárcel de Nigua, donde él y sus compañeros fueron sometidos a interrogatorios y trabajos forzados en condiciones extremadamente duras. La llegada a Nigua era recibida con gritos de los centinelas y los prisioneros eran distribuidos en celdas oscuras y corrientes, donde debían enfrentar largas jornadas de trabajo bajo la vigilancia de centinelas despiadados.

Represión y brutalidad en la cárcel de Nigua

El encargado de la cárcel de Nigua, el Capitán Pimentel, era el responsable de aplicar los castigos más crueles a los prisioneros y mantener el orden en el penal. Los prisioneros, de diferentes profesiones y clases sociales, eran obligados a trabajar en condiciones inhumanas en las fincas del dictador, donde la supervivencia era un desafío constante. La cárcel de Nigua se convirtió en un símbolo de la represión trujillista y de la brutalidad del régimen dictatorial en la República Dominicana.

La historia de la cárcel de Nigua

Investigaciones y crueles interrogatorios

Las investigaciones sobre el complot de la juventud estudiantil de Santiago contra el presidente Trujillo en 1934, así como los interrogatorios contra los militares que en 1933 planificaron la muerte de este, estaban a cargo de una Comisión de Investigación compuesta por oficiales temidos del Ejército. Entre ellos se encontraban Federico Fiallo, Joaquín Cocco hijo, José Pimentel y Manuel E. Castillo, quienes sometían a los detenidos a crueles interrogatorios, llegando incluso a asesinar a algunos de ellos.

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El cementerio de la cárcel de Nigua

Según Nicolás Silfa, algunos presos eran fusilados en el cementerio de la cárcel de Nigua, conocido como “El Camungui”. Trujillo amplió este cementerio en 1935 para enterrar a los fallecidos en el penal, así como a prisioneros de otros pueblos que eran ejecutados allí mismo, sin juicio alguno.

Prisioneros políticos destacados

En la cárcel de Nigua fueron llevados militares implicados en conspiraciones, jóvenes estudiantes que intentaron asesinar a Trujillo, así como otros prisioneros políticos importantes de la época, como Ramón de Lara, Juan Bosch, entre otros.

El cierre de la Penitenciaría Nacional de Nigua

La Penitenciaría Nacional de Nigua fue suprimida en 1938 para dar paso a un hospital destinado a enfermos de lepra, sífilis y enfermedades mentales. A pesar de esto, se siguieron llevando prisioneros políticos a Nigua, bajo la excusa de que eran leprosos o enfermos mentales.

La democratización temporal y el cierre definitivo

El cierre de Nigua como penitenciaría nacional en 1938 estuvo relacionado con la supuesta apertura democrática del régimen. Sin embargo, en 1947 se derogaron estas medidas y se reiniciaron los apresamientos. La cárcel de Nigua y la Fortaleza Ozama cesaron definitivamente como prisiones en 1952, con la inauguración de la Penitenciaría Nacional de La Victoria.

Conclusión

A pesar del cierre de Nigua como prisión, nuevas cárceles fueron habilitadas como centros de tortura. La historia de la cárcel de Nigua es un testimonio de los abusos y violaciones a los derechos humanos durante la era de Trujillo en la República Dominicana.

Documentos sobre la dictadura de Trujillo en la República Dominicana

Introducción

En este artículo se presentan una serie de documentos históricos relacionados con la dictadura de Trujillo en la República Dominicana. Estos documentos ofrecen una visión única de este período oscuro de la historia dominicana y son fundamentales para comprender los eventos que tuvieron lugar durante ese tiempo.

Documentos destacados

1. Dictadura de Trujillo: documentos

Año 3, No. 51, 30 de marzo de 1927; Eliades Acosta, Archivo General de la Nación, 2012.

2. Palabras Indígenas

Emiliano Tejera, Santo Domingo, El Caribe, 1951.

3. La Era de Trujillo

Jesús de Galindez, 1956.

4. La cárcel de Nigua

Juan Francisco Martínez Almanzar, “La cárcel de Nigua”. En: Franciscomartinezalmanzar.blogspot.com, 3 de junio de 2011.

5. Una Gestapo en América

Juan Isidro Jimenes Grullón, 1946.

6. Guerra, traición y exilio

Nicolás Silfa, 1980.

7. Revista Militar de 1937

8. La horrorosa cárcel de Nigua

Santiago Estrella Veloz, “La horrorosa cárcel de Nigua”. Diario Libre, 20 de febrero 2010.

Fuentes

Fuente: Acento.com.do

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