Los fetiches son catalogados como gustos raros, perversos y hasta enfermizos, pero, a pesar de estos calificativos, estas prácticas eróticas, aunque sean un tanto inusuales, tienen su público.
Desde hace millones de años, los seres humanos han aprendido a disfrutar del sexo de una manera muy diferente a otras especies.
Para algunos seres humanos de mente abierta, en el sexo todo se vale, no importa si hay o no amor.
Estos comportamientos considerados extraños o irregulares relacionados con el sexo son las denominadas ‘parafilias’, algunas más aceptadas socialmente que otras.
La parafilia es un tipo de comportamiento que se caracteriza por un acto sexual en el que el placer no se obtiene de la manera convencional, sino que implica fetiches y actos sexuales atípicos.
Estas son algunas que podrían considerarse no habituales:
Somnofilia
En la somnofilia la excitación sexual y/o el orgasmo son obtenidos al mantener relaciones sexuales con un desconocido cuando éste está dormido.
Estas personas se excitan cuando ven a alguien dormido, y esa aumenta por el miedo a que el que duerme se despierte.
Clismafilia
Se trata de las personas que obtienen placer sexual a través de la introducción de líquidos en el ano.
En general no se trata de un fetiche compartido, por lo que las personas que gustan de esta parafilia se realizan enemas a sí mismos.
Masoquismo y sadismo
El masoquismo y el sadismo son quizá de las parafilias más conocidas, y las que están más a la orden del día gracias a películas que las muestran en mayor o menor medida.
Los fetiches sexuales
Los masoquistas relacionan el placer sexual con el dolor, la crueldad o el sufrimiento, y les excita recibir golpes, latigazos, ser esclavizados, así como la asfixia o la autoasfixia.
Pero ojo, este tipo de prácticas son peligrosas y deben realizarse con conocimiento y precaución, ya que llevar el cuerpo al límite puede terminar con un resultado no esperado.
Por su parte, el sadismo se basa en experimentar placer erótico al provocar dolor físico o humillación en la pareja.
Acrotomofilia
Consiste en sentir deseo sexual o preferencia por alguien que tiene algún miembro amputado, aunque a parte de la amputación, sus cánones de belleza son los estándares.
Los acrotomofílicos se sienten atraídos por los tocones resultantes de alguna parte del cuerpo amputada, y en su mayorís prefieren las amputaciones de las piernas a las de los brazos.
Muchas veces, los acrotomofílicos terminan amputándose uno de sus propios miembros.
Urolofilia y coprofilia
La coprofilia es una clase de fetichismo en el que las personas obtienen placer de oler, saborear, tocar las heces, e incluso de presenciar el acto de defecar.
Algunos coprófilos practican también la coprofagia, es decir, la ingesta de heces.
La urolofilia se refiere a lo propio con la orina. Quienes la practican la conocen coloquialmente como ‘lluvia dorada’. Hay personas a quienes también les gusta orinar en público, orinarse encima, observar cómo orinan otros o ser orinados por otras personas.
Altocalcifilia
Es un tipo de fetichismo en el que se obtiene placer al observar o llevar puestos zapatos de tacón alto.
La altocalcifilia hace parte de los fetichismos asociados a prendas de vestir, en particular al fetichismo de calzado conocido también como retifismo, que es la atracción fetichista por los zapatos en general.
El parcialismo
Es el interés sexual por una parte específica del cuerpo, que despierta en el sujeto un interés erótico mayor que con los genitales.
Está sobre todo relacionado con los pies, las manos y las axilas, aunque puede tratarse de cualquier parte del cuerpo exceptuando los genitales.
Es uno de los fetichismos más comunes en los varones. La excitación se produce al acariciar, besar, chupar, lamer, oler o tocar la parte del cuerpo objeto de fetiche.
Necrofilia
La necrofilia está caracterizada por una atracción sexual hacia los cadáveres tanto en humanos como en animales. Es probablemente una de las parafilias con más tabúes.