Las fuertes lluvias registradas en los últimos días en Tailandia han dejado, de manera preliminar, 41 fallecidos y 2.7 millones de personas afectadas en 20 provincias, informó este martes el Departamento de Prevención y Mitigación de Desastres (DPMD).
A través de Facebook, la institución explicó que unas 941,000 viviendas presentan daños de distintos niveles, especialmente en la provincia de Songkhla, en la frontera con Malasia, declarada zona de desastre el lunes y bajo estado de emergencia desde este martes.
Otras provincias del sur duramente golpeadas incluyen Satun, Trang, Yala, Pattani y Surat Thani, esta última hogar de las populares islas turísticas Koh Tao y Koh Samui, que cada año reciben cientos de miles de visitantes extranjeros.
También se reportan daños en 11 provincias del centro y norte del país, entre ellas Nonthaburi y Nakhon Pathom, ambas cercanas a Bangkok.
El DPMD calificó las lluvias como las más intensas registradas en 300 años en ciudades como Hat Yai, que solo el viernes acumuló 335 milímetros de precipitación.
El principal hospital público afectado en Hat Yai trabaja actualmente en trasladar a 90 pacientes críticos a otro centro médico, debido a que sus reservas de oxígeno solo alcanzan hasta el miércoles, según la cadena Thai PBS.
La Policía y el Ejército de Tailandia publicaron este martes imágenes que muestran poblaciones completamente inundadas y los operativos de rescate realizados por cientos de socorristas, utilizando botes y helicópteros.
La agencia meteorológica espera que las lluvias finalicen este martes y que los niveles de agua comiencen a descender en las próximas 72 horas.
El Sudeste Asiático vive este año una temporada particularmente severa de tormentas tropicales y tifones, con cientos de miles de evacuados en distintos países.
En Vietnam, las autoridades reportaron el sábado 90 muertes por inundaciones y deslizamientos causados por lluvias intensas, mientras que en Malasia más de 11,000 personas han tenido que abandonar sus hogares.
Este mes, el tifón Kalmaegi también dejó seis muertos en el centro de Vietnam, después de azotar Filipinas, donde provocó 250 fallecidos y más de 111 desaparecidos.

