Bartolo García
SANTO DOMINGO., RD. – Las intensas lluvias y las inundaciones recientes en la capital dominicana dejaron algo más que calles anegadas y daños materiales: también afectaron la salud mental de miles de personas.
La psicóloga clínica y de la salud Skralin Santana, egresada del INTEC, presentó la investigación “Impacto de las lluvias e inundaciones en la salud mental”, la primera que analiza de forma sistemática las secuelas psicológicas de los eventos de noviembre de 2022 y 2023 en residentes del Distrito Nacional.
El estudio, de enfoque mixto, combinó encuestas y entrevistas a adultos de 25 a 60 años y halló que más del 70 % experimenta cambios emocionales o conductas de evitación cuando se pronostican lluvias.
Asimismo, más de la mitad de los participantes reportó síntomas de ansiedad o manifestaciones compatibles con estrés postraumático asociados a aquellas inundaciones extraordinarias.
La investigación incluye testimonios crudos de exposición al peligro. “En el carro el agua me llegó hasta los senos… me vi flotando con el agua a la mitad de los cristales”, relata una participante sobre lo vivido en la Núñez de Cáceres con Gustavo Mejía Ricart.
Para Santana, experiencias como esa dejan “huellas psicológicas persistentes”, incluso en personas que no residen en zonas vulnerables ni sufrieron pérdidas directas, pero que reviven la amenaza con cada aguacero.
El trabajo identifica con frecuencia pluviofobia (miedo intenso a la lluvia) y antlofobia (miedo a las inundaciones), acompañadas de pensamientos obsesivos, hipervigilancia y evitación de actividades cotidianas.
En la muestra, 58 % declaró ansiedad y señales de TEPT tras los eventos, con interrupciones del sueño, sobresaltos ante truenos, rutas más largas para esquivar cañadas y un uso compulsivo de aplicaciones del tiempo.
Santana subraya que la gestión de riesgos debe incluir la salud mental: la resiliencia comunitaria no depende solo de muros de contención y protocolos, sino de la capacidad emocional para afrontar fenómenos extremos.
Entre sus recomendaciones, propone educación emocional, terapia cognitivo-conductual, primeros auxilios psicológicos y la incorporación de profesionales de salud mental en equipos de respuesta.
También sugiere campañas comunitarias para reconocer señales de alarma, reducir el estigma y facilitar accesos breves a apoyo psicológico tras episodios de lluvia intensa o evacuaciones.
“Las lluvias no solo inundan calles; también pueden inundar mentes. Atender la salud mental es clave para comunidades verdaderamente resilientes”, recalcó la investigadora durante el Foro de Expertos “Cambio Climático y Desplazamiento Forzado” del Centro de Estudios de Género del INTEC.
El trabajo pretende servir como línea de base para futuras políticas públicas frente al cambio climático, integrando evaluación psicológica post-evento y seguimiento a mediano plazo.
Santana anunció que presentará nuevamente el estudio el lunes 27 de octubre, 6:00 p. m., durante la Semana de la Salud Mental de los centros Lau y Wellnexus, en el Colegio Jaime Molina Mota (San Gerónimo, D.N.).

