Aunque el limón suele verse como una opción natural para combatir gripes y resfriados, sus bondades no se limitan a estas afecciones. Es una de las frutas más utilizadas en el mundo para combatir enfermedades, curar heridas y actuar como aliado para la belleza. Por eso, te contamos cuáles son sus principales propiedades y como aprovecharlo.
Su esencia
Todos los cítricos son valiosos y ricos en vitamina C, pero el limón es quizás el que ofrece más beneficios porque suma otras cualidades. Básicamente, su poder curativo se debe a su bajo contenido energético, su nivel equilibrado en sodio y potasio, y, obviamente, a su alto valor en vitamina C. Esto es todo lo que puede hacer por tu salud:
Al contener un alto nivel de potasio y muy bajo contenido de sodio, ayuda a combatir la presión arterial alta. Por este motivo, muchas autoridades de salud aconsejan evitar la sal al momento de aderezar las comidas, y en su lugar optar por el limón. De esta forma, además de darles buen sabor ,estarás agregándoles riqueza vitamínica.
Distintos estudios encontraron que el limón ayudaría a mejorar la digestión, debido a que estimula el flujo de la saliva y los jugos gástricos. Estas cualidades lo vuelven ideal para combatir la dispepsia y el estreñimiento. Además, se cree que es un gran antiparasitario, protector contra la inflamación intestinal, y funcionaría como calmante de espasmos.
Dado que estimula la secreción biliar y ayuda a metabolizar rápidamente las grasas, el limón se volvió una opción muy popular para prevenir las inflamaciones del hígado y la vesícula. Incluso en muchas tradiciones medicinales, como la china, se recomienda beber jugo de limón durante el día para eliminar diferentes toxinas.
¿Quién no ha bebido un té con limón caliente para aliviar un resfriado o una gripe? Debe ser tal vez, junto a la miel, el remedio casero más usado en el mundo para combatir estos males. Puede fortalecer las defensas, depurar el organismo y aportar una buena dosis de vitamina C.
Muchos expertos le reconocen un potencial antibacteriano y cicatrizante. Por ello, se lo utiliza para desinfectar cortes, heridas y picaduras de insectos. Además, es una alternativa para aliviar erupciones y combatir el acné. Otro uso práctico es como remedio para curar llagas en la boca y neutralizar las molestias de los herpes orales.
Es el cítrico perfecto para aliviar problemas reumáticos y de articulaciones. Su jugo ayuda a disolver las toxinas y los cristales que causan la gota, otorgando bienestar. Además, su poder alcalino es un aliado eficaz para combatir la ciática, lumbago y dolores en las articulaciones. Para disfrutar estos beneficios, prueba tomar agua caliente o tibia con limón todos los días.
7. Desodorante
El limón también puede servir como desodorante de emergencia cuando se acabó el que normalmente usas. Solo debes aplicar su jugo directamente sobre la piel. Puede que no dure 12 horas, pero ayudará a mantener controlado los olores indeseados.
Sus ácidos cítricos ayudan a oxidar y a eliminar las grasas que obstaculizan el trabajo del corazón y también neutralizan las sustancias tóxicas de la sangre. Con una simple taza de agua caliente con limón todos los días estarás ayudando a que tu sistema cardiovascular funcione correctamente.
Aunque la evidencia ceintífica se basa en pocos estudios, se cree que el limón ayudaría a quemar las grasas. Ya que es bajo en carbohidratos y azúcar, está recomendado en dietas para adelgazar y es utilizado por quienes tienen diabetes.
El limón no sólo sirve para la gripe y resfriados, sino para otras molestias como bronquitis, amigdalitis, o dolor intenso de garganta. El alivio que brinda su jugo con miel es universalmente conocido. Además de agregarlo al clásico té, se pueden hacer gárgaras o buches con su jugo, ya que produce un alivio rápido y aporta vitamina C.
Precauciones
Un limón puede ofrecer, en promedio, 50 mg. de vitamina C (la dosis diaria recomendada es entre 70 y 90), por lo que los expertos aconsejan no consumir más de dos unidades por día. Si bien es un fruto beneficioso, se cree que su consumo excesivo puede agravar úlceras estomacales y ardores, ya que activa enzimas como la pepsina, que descomponen proteínas.