A dos horas y unos minutos de ser liberado con fianza de un cuartel en Nashua (New Hampshire), donde estaba preso por violencia doméstica contra su mujer, el dominicano Jency Díaz de 28 años de edad, regresó a la casa donde le propinó una paliza brutal a su pareja.
Cuando fue arrestado por el segundo ataque a la misma mujer, Díaz, les dijo a los investigadores que estaba bajo los efectos de la pastilla Xanax, que generalmente los narcotraficantes mezclan con drogas y había bebido demasiado alcohol.
Alegó que debido a la intoxicación de la pastilla controlada y el alcohol, perdió el control convirtiéndose “en otro hombre”.
La liberación de Díaz de la comisaría donde fue procesado por el primer ataque está siendo criticada por juristas, que sostienen que el sistema judicial de Nuevo Hampshire está fallando principalmente en este riesgoso caso de violencia doméstica.
“Pudo haberla asesinado”, dijo uno de los críticos del nuevo sistema de fianza que permite a los jueces liberar rápidamente a los acusados de delitos menores.
Díaz, quien reside en el apartamento 2 del edificio 89 de la calle Walnut en Nashua, enfrenta ahora cargos graves de agresión sexual agravada, agresión en segundo grado, conductas criminales, acecho y violación de la fianza en el segundo ataque.
El subjefe de la policía, James Testaverde dijo que el sistema falló en este caso y que el departamento examinará todos los elementos de la investigación.
Testaverde dijo el martes que antes de la ley de reforma de la fianza del estado, la fianza por el primer arresto de Díaz habría sido significativamente superior a los $200 dólares que se le impusieron para liberarlo.
“Es descorazonador y sé que las fuerzas del orden público sienten lo mismo en todo el estado”, dijo Testaverde.
“Los cargos contra el señor Díaz ilustran por qué debe haber mayor cuidado y consideración por la seguridad de la víctima después de un arresto por violencia doméstica”, dijo Amanda Grady Sexton de la Coalición Contra la Violencia Doméstica y Sexual de Nuevo Hampshire en un comunicado el martes.
“El señor Díaz fue arrestado dos veces el mismo día”, añadió la activista.
Díaz fue arrestado por primera vez alrededor de la 1:00 de la madrugada del sábado y acusado de varios delitos menores, incluida agresión simple relacionada con violencia doméstica por golpear a la mujer y romperle el teléfono.
Menos de tres horas después, Díaz fue liberado y se le ordenó no tener contacto con la mujer.
El Ministerio Público alegó ante el juez en la Corte Superior Sur del Condado de Hillsborough en Nashua, que Díaz regresó a la residencia de la mujer, arrojó su teléfono contra una pared, la agarró del cabello y la arrastró a un dormitorio.
Ella le dijo a la policía que Díaz la golpeó 10 veces con los puños, la golpeó en la cabeza, la abofeteó cinco veces y la azotó con un cinturón 20 veces y que también fue agredida sexualmente.
Díaz le dijo a la policía que había consumido Xanax y alcohol que “hicieron que él fuera una persona diferente”.
Una declaración jurada de la policía dice que la mujer tenía numerosos verdugones en las piernas y los brazos, hematomas e hinchazón en la cara, ojos ennegrecidos y la nariz rota.
“Este es uno de los peores, no diré el peor, pero esto es malo”, dijo Testaverde sobre el caso de Díaz.
La violencia que sufrió la mujer representa una falla en el sistema de justicia penal, según Sexton.
“El historial de Díaz de violar órdenes de protección fue un fuerte indicador de que ignoraría la orden de no contacto en este caso”, dijo la fiscalía.
“Es vital para la salud y seguridad de una víctima y su familia que quienes responden a la violencia doméstica comprendan los patrones de abuso y puedan reconocer el potencial de violencia u homicidio en el futuro”, añadió la funcionaria judicial.
Testaverde dijo que una revisión preliminar indica que se siguieron todos los protocolos en la recopilación de pruebas, fotografías y entrevistas que establecieron suficiente causa probable para que se presenten cargos por delitos graves contra Díaz.
Por Miguel Cruz Tejada
