Los lentes de sol no son únicamente un accesorio para completar el outfit. Cumplen, además, un papel fundamental para cuidar tu vista, por lo que es esencial elegir el adecuado.
Lo correcto, antes de elegir un par de anteojos de sol, es acudir al oftalmólogo para determinar si necesitan llevar también corrección óptica.
Pueden ser orgánicos – acrílicos – o minerales – de vidrio -. No hay mayores diferencias de calidad entre ellos. Los orgánicos se rayan más fácilmente, pero es más difícil que se rompan.
Cristal: a la hora de elegir el adecuado, lo indispensable es determinar si lleva o no corrección óptica. Si es neutro, se pueden elegir rectos o envolventes. Si tienen aumento, hay que escoger los rectos, porque aquellos con curvatura generan un efecto de distorsión óptica que genera incomodidad, mareos e intolerancia al anteojo.
Tono del lente: debería ser oscuro, principalmente si vas a usarlo en la playa, para que detenga las ¾ partes de la luz solar visible. Es clave asegurarse que filtren el 99% de los UVB y UVA.