Un nuevo estudio de Canadá, publicado en la reconocida revista Science, reveló cómo los factores estresantes de la vida diaria, como la obesidad, pueden alterar el sistema inmunitario y dañar los ojos a medida que envejecemos.
Según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) las investigaciones han demostrado que el sobrepeso aumenta los riesgos de muchas enfermedades.
Algunas de ellas son la hipertensión, diabetes tipo 2, enfermedad coronaria, ataque o derrame cerebral, apnea del sueño y problemas respiratorios.
La degeneración macular relacionada con la edad (AMD) es una de las principales causas de ceguera irreversible en todo el mundo y afectó a aproximadamente 196 millones de personas en 2020. Se presenta en dos formas:
- AMD seca
Caracterizada por la acumulación de depósitos grasos en la parte posterior del ojo y la muerte de las células nerviosas en el ojo,
- AMD húmeda
Que se caracteriza por vasos sanguíneos enfermos que se desarrollan en la parte más sensible del tejido que genera la vista, llamada mácula.
El sistema inmunitario en el ojo de una persona con AMD se vuelve desregulado y agresivo. Normalmente, las células inmunitarias mantienen el ojo sano, pero el contacto con patógenos como bacterias y virus puede hacer que salgan mal.
La relación entre la ceguera y la obesidad
En su estudio, los investigadores utilizaron la obesidad como modelo para acelerar y exagerar los factores estresantes experimentados por el cuerpo a lo largo de la vida.
Descubrieron que la obesidad transitoria o un historial de obesidad conduce a cambios persistentes en la arquitectura del ADN dentro de las células inmunitarias, haciéndolas más susceptibles a producir moléculas inflamatorias.
“Nuestros hallazgos brindan información importante sobre la biología de las células inmunitarias que causan la AMD y permitirán el desarrollo de tratamientos más personalizados en el futuro”, dijo el Dr. Masayuki Hata, ahora profesor de oftalmología en la Universidad de Kyoto, en Japón.
Los investigadores esperan que su descubrimiento lleve a otros científicos a ampliar su interés más allá de las enfermedades relacionadas con la obesidad a otras enfermedades.
Sobre todo, aquellas afecciones caracterizadas por un aumento de la neuroinflamación, incluida la enfermedad de alzheimer y la esclerosis múltiple.
Al mismo tiempo, las células inmunitarias también se activan cuando el cuerpo se expone a factores estresantes como el exceso de grasa en la obesidad, lo que hace que el sobrepeso sea el factor de riesgo no genético número uno para desarrollar AMD, después del tabaquismo.