Por Luis Céspedes Peña
Santiago, RD.- La neumonía está matando a muchas personas y llevando a otras a los centros asistenciales de la Provincia Santiago, algunos casos provenientes de Constanza u otros lugares de esa área, donde todavía se está usando insecticidas para el sector agropecuario, aunque en menor grado que hace cinco años, lo que ya se puede calificar como una preocupación social.
A la neumonía se le agregan problemas respiratorios, los cuales, al igual que la primera, parecen estar vinculados al elevado proceso de contaminación ambiental que sufre la región, especialmente por los vertederos abiertos y las industrias de cigarros, básicamente las ubicadas en la Corporación de Zona Franca de Santiago.
La mayoría de las industrias de la Zona Franca son fabricantes de cigarros. La mejor demostración de los daños que está causando la contaminación ambiental, es que en un pequeño círculo de familias murieron cinco personas con neumonía en los últimos siete meses.
Esos fallecidos son: Manuel Antonio Vega Veras, Rosa Emilia Peña, Mercedes Ureña, Federico Domínguez y Ramón Ventura Minier. Pero la cantidad de muertos por neumonía es mucho mayor, debido a que estos casos son citados porque sucedieron en un pequeño círculo de familias muy conocidas, según una investigación realizada por periodistas de Eljacaguero.com y El Quisqueyano.com.
En la actualidad, hay personas internadas con neumonía en diferentes centros asistenciales. De los afectados de Constanza, donde los productores agropecuarios utilizan muchos insecticidas, algunos casos graves fueron enviados al Hospital José María Cabral y Báez, que es el más importante centro de salud pública del Cibao.
En las muertes registradas en esos siete meses, figuran el Cabral y Báez, las Clínicas Unión Médica del Norte, Hospital Metropolitano de Santiago (HOMS), Corominas y otros centros asistenciales. En Tamboril también se están registrando personas con neumonía, el cual es un Municipio perteneciente a la Provincia Santiago. Los brotes gripales son permanentes.
El vertedero de Tamboril hace pocos días pasó a estar bajo el control del Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales, debido a los incendios que estaban originando manos criminales.
La humareda de ese vertedero, cada vez que los desconocidos producían los incendios, nublaba a Santiago, incluyendo el área donde reside el ministro de Medio Ambiente y Recursos Naturales, doctor Francisco Domínguez Brito.
En el vertedero de Rafey, del Ayuntamiento de Santiago, también manos desaprensivas provocan incendios, cada cierto tiempo, para extraer, al igual que los demás, el cobre para ser comercializado de millares neumáticos inservibles. La contaminación ambiental es un gran aporte negativo para los continuos brotes gripales.
La zona de Santiago es considerada la de mayor contaminación ambiental, junto a Constanza. Todos los vertederos de la región son abiertos.
Hay quienes salen a recoger los neumáticos dañados por los diferentes sitios, para luego vendérselos a los que los queman en los vertederos u otros lugares. La quema de esas gomas inunda la zona con un humo negro, el cual es muy contaminante, además del hedor que provoca. Siempre hay algún vertedero al que periódicamente incendian, porque la mayoría de ellos no tiene vigilancia municipal.
En el caso de la Zona Franca de Santiago, el problema es que las industrias cigarreras utilizan químicos de manera masiva para el proceso de los cigarros. A eso se le agrega el hedor que provocan éstos.
La mayoría de decenas de industrias que hay en ese complejo, se dedica al procesamiento de cigarros. En esas industrias trabajan millares de personas. Todas tienen sus laboratorios en el área, afectando a los residentes de las urbanizaciones que hay en todo el perímetro.
A los problemas de los químicos para la elaboración de cigarros, hay que agregarle que la mayoría de esas industrias usan plantas eléctricas con combustibles usados, lo que provoca que la zona donde están ubicadas sea cubierta de un humo negro, cuando son puestas en funcionamiento por apagones eléctricos, que también es incómodo, porque origina picazón en los ojos.
Todas las industrias de cigarros de la Zona Franca de Santiago, tienen sus ventiladores y extractores por debajo de los edificios que hay en sus alrededores, lo que concentra mayor la contaminación en el círculo. Aún así, los residentes de esos sectores, todos de clase media, no están pidiendo el cierre de esas industrias, sino que se corrijan los problemas.
Los residentes más afectados son los que están ubicados en la llamada la tercera expansión del complejo de Zona Franca, donde están el Proyecto Habitacional Zona Franca y la Urbanización Don Jaime.
Los residentes de esos lugares solicitaron que los químicos sean procesados en lugares no habitados y que las industrias mantengan cerradas las persianas, las cuales normalmente están abiertas, como forma de reducir la contaminación, que son los más afectados. Hay industrias que tienen ocho y diez naves, todas contaminando.
A esos problemas se le agrega que muchos médicos se quejan del poco efecto que hace una parte de los de medicamentos que usan en centros asistenciales públicos y privados, para el combate de la neumonía. Fuera de esos problemas, hay médicos que se quejan de la poca efectividad de las medicinas usadas para controlar la presión sanguínea.
Sobre esos temas, las investigaciones demuestran que las atenciones médicas en la mayoría de los centros asistenciales, públicos y privados, son buenas, pero la lucha para tratar de curar la neumonía, asociados a los problemas respiratorios, es muy fuerte.
El Cabral y Báez, que es un hospital del Estado, para sólo poner un ejemplo, ya hasta los periodistas, con o sin seguro, están acudiendo a éste en busca de atenciones médicas, por la confianza en sus médicos o el resto del personal, a pesar de que todavía tiene muchas dificultades por el proceso de remozamiento o expansión de sus áreas.
Este centro asistencial público está bajo la dirección del doctor Ernesto Rodríguez, un médico que se caracteriza por su amor al trabajo, humildad y honestidad. Hay que destacar que en el Cabral y Báez trabaja la mayoría de los mejores médicos de la zona.
La mayoría de los medicamentos para los hospitales públicos, también son suministrados por los mismos laboratorios o distribuidores a muchas clínicas privadas.
Algunos médicos consideran que el gobierno debe disponer una investigación en lo que respecta a ciertos suplidores de medicinas, cambiar de laboratorios o forzarlos a mejorar la calidad de esos productos, no sólo para el sector público, sino también para el privado.