SANTIAGO.-La idea de organizar el primer Torneo de Baloncesto Superior de Santiago, que dicho sea de paso fue el primero en organizarse fuera de la capital y que se considera la punta de lanza que les hizo saber a las demás provincia que se podía montar un evento de esa naturaleza fuera del pionero que fue el del Distrito Nacional.
Desde 1978, José Francisco Sosa (Sosa), Andrés Hidalgo (fenecido) y un grupo de los que le diariamente nos la rifábamos para hacer del baloncesto del Luís Veras uno de los principales contendores de la ciudad, acariciábamos desde 1978 y aunque llevamos la inquietud al seno de la Asamblea ordinaria del 1979, la misma fue rechazada, la directiva de ABASACA en ese entonces encabezaba el ingeniero Luís Minaya consideró que no había condiciones para un evento de esa naturaleza desestimándola l y peor aún el delegado de uno de los clubes se mofó y lo catalogó de quimera.
Ese hecho motivo que para las elecciones de la directiva de ABASACA (1980-1982), José Francisco Sosa (Quico) se lanzó en busca de la presidencia tomando como tema principal la promesa de organizar ese primer torneo superior.
Tras ganar con amplio margen el torneo electoral de ABASACA en octubre de 1980, Sosa emprende los trabajos de organización del evento y de inmediato decreta que el 26 de enero de 1981 (fecha del natalicio de Duarte) sea la fecha de inauguración del evento que más adelante se convirtiera en un fenómeno de masas que es hoy.
Previo a ese primer torneo se tomó como clasificatorio del torneo categoría B, que era la máxima categoría del calendario de actividades del año de la ABASACA y por ende no estaba sujeto a edades ni mínima, ni máxima.
De ese clasificatorito los primeros cuatro equipos obtendrían el derecho a participar, a saber Sameji, Cupes, Plaza Valerio y G.U.G. y con ello se inició el Primero de los 42 años que se ha celebrado en evento.
Fue muy doloroso que nuestro equipo categoría B (lo que hoy conocemos como pre superior) no alcanzara la clasificación pese a que en 1979 había logrado colocarse entre los principales de la ciudad, pero inexplicablemente nuestro mentor principal Andrés Hidalgo, optó por migrar hacia pueblo nuevo, cargando con los dos principales hombres de su línea frontal, Baby Montero (6´5´´) y Claudio Cordero (6´6¨, dos delanteros que impusieron respeto en la liga, así como también nos fue pirateado un excelente armador llamado, Daniel Lara, quien forzado por ese hecho declinó participar con Pueblo Nuevo y emigró a la capital para nunca regresar (consulten con Armando Betemit).
Para ese primer superior de Santiago, ABASACA designó un un Comité Organizador encabezado por el profesor Aridio de los Santos, a la sazón director de deportes de la Pucamaima; Frank Viñas y el propio Sosa. Fue un torneo modesto con un refuerzo nacional por equipo y dos partidos por cada club en la serie regular.
Previo a la segunda versión (1982) el segundo año se puso en juego la calificación para un quinto equipo, resultando Pueblo Nuevo el ganador del derecho a entrar al torneo como quinta franquicia..
Hay que anotar que desde el torneo 1980 el presidente, entrenador y fundador del CDP, al respetado y admirado dirigente deportista, Frank Sosa, decidió no participar en esa categoría y por tanto no optar para obtener una franquicia; decidió no hacerlo porque según sus propias palabras “no estaba dispuesto a pedir dinero para pagar a atletas adultos, porque prefería hacerlo para la niñez”.
Esa Postura, Frank Sosa, aún enarbola y de ahí su desprendimiento de lo que había sido su obra maestra, la fundación del Club Domingo Paulino, que al aceptar el regalo de la sexta franquicio, optó por formar tienda aparte con el club Oquet Monumental, una institución solo para infantes.
LA MENTIRA DEL OTORGAMIENTO DE LA SEXTA FRANQUICIA Y EL ROBO AL GENUINO GANADOR DE ESE DERECHO.
Aclaramos que en modo alguno pretendemos culpar ni denostar la gran labor del prestigioso club Domingo Paulino, ni siquiera a hacerlo contra los que cometieron la agresión contra los clubes de la base que tenían el derecho a eliminar o ser eliminados en una justa competencia. Sencillamente reclamamos que no se desconozca, ni se tergiverse la historia.
EL PRIMER ENGAÑO LLEGÓ EN 1982.
Un mandato de la Asamblea extraordinaria de Clubes aprobó que cualquier equipo de los que participan en el Torneo Superior que no lograra salir del sótano en dos años consecutivo saldría del torneo y tendría que volver a ganar el derecho a participar clasificando frente a los clubes miembros activos de ABASACA que no pertenecían a los cinco participantes, ese año y al siguiente (1982-1983) el Gregorio Urbano Gilbert quedó en el sótano, pero el apandillamiento desconoció esa debatida y aprobada resolución.
Era evidente que ante el resurgimiento del club enclavado en la parte contigua al Estadio Cibao y el palacio de los deportes, hubiese sido muy cuesta arriba, casi imposible quitarle una clasificación vía competencia.
Par entonces Luís Veras se había erigido como un club fuerte en categoría menores, se había convertido en el club a vencer en los torneo categoría B, de su seno surgieron jovencitos que asaltaron con éxito el torneo superior, entre ellos algunos nombres que ya para 1985 eran estelares en la primera división.
Cinco títulos consecutivos en Mini Basket, dos en D Júnior o infantil, dos en juvenil y más adelante primer lugar en categorías B y pre superior, crearon pánico en algunos que entendieron esa fuerza participando en el evento cimero les debilitaría y por tanto había que cerrarle el paso y con malas artes lo lograron.
Mauricio y Cancius Espinal, Manuel Ventura (Toño), Leonardo Peña y Rafael Disla, quienes había decido unirse al Luis Veras, luego de la desaparición de sus clubes de origen (Gaco y Domingo O. Bermúdez), Julio Mora, Ramón Meléndez, Antonio Minier (Prieto), Rafael Ortiz.