Por Marcos Cross
Acabamos de conocer, recientemente, los datos estadísticos de la última encuesta Gallup, y como primer dato relevante se pretende presentar en la misma como remota la posibilidad de un escenario de segunda vuelta. Sin embargo, otros estudios muestran con un alto grado de posibilidad hoy, un escenario en el cual ninguna de las probables candidaturas alcance más del cincuenta por ciento de los votos válidos, conforme lo establecido en el artículo 209.1 de la Constitución de la República.
De acuerdo con la misma encuesta, los principales problemas del país que preocupan al pueblo dominicano son la inflación y el alto costo de la vida (68.9%), la delincuencia (62.6%), el desempleo (23.9%) y la corrupción administrativa (12.4%). A la luz de estos datos, cabe la pregunta de si el electorado dominicano se encuentra satisfecho o no con la gestión que hasta la fecha ha hecho el gobierno del PRM de estos asuntos. Dicho de otro modo y desde un punto de vista más conservador: ¿estaría, por lo menos, el 40% del electorado dominicano dispuesto a otorgarle cuatro años más al gobierno del presidente Luis Abinader con las evidentes carencias de su gestión en la economía y la seguridad del pueblo dominicano?
Por otro lado, la encuesta pretende desincentivar un acuerdo de los partidos de oposición. En efecto, al colocar al presidente Luis Abinader con un 48.2 % en la idea de que ganará y a la oposición con menos, es decir, 23.5% (Leonel Fernández), 12.4 % (Abel Martínez), y además, 15.3 % (No sabe/ No opina), se pretende crear la percepción de que ni unida la oposición tiene la posibilidad de desalojar del Palacio Nacional al gobierno de la constante rectificación o como dice un político opositor “el gobierno de reversa” …
Por último, se intenta crear una falsa percepción sobre la tasa de rechazo del líder indiscutible de la oposición: Leonel Fernández. Hace casi más de diez años que el presidente de la Fuerza del Pueblo abandonó el Palacio Nacional con uno de los índices de aprobación más altos en la historia reciente. De hecho, la misma encuesta le coloca a él y a su organización política como la segunda fuerza y en crecimiento.
Por tanto, hemos de concluir diciendo que la última entrega de la encuesta Gallup, más que un trabajo estadístico de campo, que refleje la realidad electoral, persigue otros fines, como son: crear la falsa percepción de que el gobierno de Luis Abinader cuenta con la simpatía y la aprobación de la población para ganar en una primera vuelta; que la unidad del bloque opositor no impide el triunfo del gobierno del falso cambio; y que el líder indiscutible de la oposición, Leonel Fernández, no es la mejor y única opción para desalojar del Palacio Nacional a los que no le han dado respuesta, en el tiempo que llevan gobernando, al hambre, carestía, inseguridad y falta de esperanza que sufre el pueblo dominicano.