José Alfredo Espinal
Santiago, RD.- La diputada del Distrito Nacional por el PRM, Faride Raful, ha expresado que los medios digitales y los periodistas a los que, según ella, nunca ha escuchado, son las llamadas bocinas del Gobierno, porque reciben el 95% de las contrataciones de colocación publicitaria. Dijo que los periodistas de esos medios son bombarderos porque están suscritos en la nómina pública.
La legisladora, hija del diputado en el Parlamento Centroamericano (Parlacen), Tony Raful, cuestiona esa inversión publicitaria por parte de la Dirección General de Comunicación (DICOM),alegando que ese dinero es del pueblo.
Además, Faride Raful dice que en el país hay oposición política, pero que no son tomadas en cuenta y quizás no llegan a impactar como se debe, dejando entrever que aquí no se respeta la voz de los opositores.
Pero a Faride Raful se le olvida que al igual que ella que cobra un sueldo del Estado dominicano en su condición de diputada, los que representan medios digitales también tienen el mismo derecho de beneficiarse de los recursos públicos, porque forman parte del pueblo. Ella gana un sueldo en el Congreso Nacional, un órgano del Estado y los que tienen medios digitales reciben un pago publicitario a través del Gobierno, que maneja las cuentas del Estado.
Faride debe reflexionar en el sentido de que los que manejan medios digitales no son diputados ni tampoco tienen la suerte que su “papi” también tenga el mismo privilegio en el Parlacen.
Además, la legisladora del PRM también tiene que saber y tomar en cuenta que los que tienen o han tenido publicidad de DICOM, brindan un servicio al Gobierno dominicano y el Gobierno paga por ello, como sucede con los medios tradicionales, con la gran Prensa, de radio, televisión y periódicos, cuando pagan grandes “falsas portadas” o rentan espacios en los medios electrónicos.
A la diputada del PRM se le olvida que si la oposición no es tomada muy en cuenta por los medios de comunicación, en este caso los digitales, es porque el PRM, que viene de la escuela del PRD, no cree en el sector de la comunicación y por eso cuando ha llegado al poder apenas dura cuatro años en su reinado. Excepto Juan Bosch que fue víctima de un golpe de estado, los demás gobiernos: Antonio Guzmán Fernández, Salvador Jorge Blanco e Hipólito Mejía, no han pasado de cuatro años.
La fiebre no está en la sábana diputada…