De todos es sabido que las Águilas Cibaeñas y los Tigres del Licey han dominado el escenario beisbolístico de nuestra liga, sin embargo ambas novenas han tenido sus períodos de abstinencia, es decir en término simbólico un tiempo considerable sin levantar la copa de campeones.
Licey ha sido el equipo más exitoso de la Cuenca del Caribe, mas no todo ha sido color de rosa para esa novena. Los más ganadores de la época de verano (lograron dos campeonatos de los cuatro celebrados entre 1951 y 1954), fueron avasallados por sus eternos rivales, los Leones del Escogido, una novena que marcó el paso en la etapa bajo luces a partir de la temporada 1955-56, de la mano de Felipe Alou, Juan Marichal, Willie Kirklan y otros héroes escarlatas.
Los Azules tuvieron uno de varios ciclos de cuatro años sin títulos, apenas pudieron ganar uno de los cinco primeros campeonatos bajo luces y cayeron en seis de siete campañas, incluyendo la última del verano. Lo de las Águilas fue peor, incluyendo verano e inicio de los años bajo el formato otoño-invierno, tuvieron que esperar doce años y diez campañas desde su primera corona en 1952 y la segunda en 1964-65.
Entre 1954 y 1964 se produjo el más extenso período de años (10) con menos títulos para los dos equipos más ganadores (un solo campeonato, Licey en 1958-59, para los dos en siete temporadas, algo que volvió a repetirse tan lejos como en el siglo 21).
La década del 60 trajo equilibrio en lo que respecta a la repartición del pastel, y problemas a la vez en la LIDOM. Los cuatro equipos tradicionales salieron por la puerta ancha en esa década. La muerte del sátrapa Trujillo y la Revolución de abril limitaron la década a siete campeonatos, con tres triunfos para los escarlatas, y, aunque parezca increíble, las Estrellas Orientales tuvieron la misma cantidad de coronas que los Tigres del Licey (1).
Tras el azote de los dos colosos del béisbol en la década de los 70, se produjeron dos etapas prolongadas de abstinencia para azules y amarillos. Entre 1980 y 1986 las Águilas tuvieron un extenso período de seis años sin levantar la copa, ganando dos finales al hilo (1986 y 87), cayendo en el vacío durante los siguientes cinco años hasta 1992-93.
La única vez que los Tigres han ganado tres de sus veinte y dos coronas al hilo ocurrió en las finales de 1983, 1984 y 1985, para luego ver la más larga hilera de años sin una corona azul (cinco), perdiendo siete de los ocho campeonatos entre 1985 y 1993 (en las campañas comprendidas entre 1993 y 2009 Águilas y Licey tuvieron el más vasto dominio jamás visto en LIDOM. Los Azucareros-Toros del Este, únicos en la era de la expansión en vencer a los dos conjuntos más exitosos de nuestro béisbol, ganaron el único campeonato, 1994-95, aparte de azules y cibaeños en los siguientes diecisiete años).
La abstinencia, algo diferente a los grandes motivos para celebrar y alzar la copa, elemento tan común por períodos prolongados entre Águilas y Licey, pero que se ha vuelto viral en la era post sorteo de novatos LIDOM, es un material digno de continuarlo en una segunda entrega.
Por Horacio Nolasco