El presidente de Rusia, Vladimir Putin, emitió una de sus advertencias más directas hasta la fecha al afirmar que permitir a Ucrania usar armas occidentales de largo alcance en territorio ruso significaría que los países de la OTAN están “en guerra con Rusia”. Esta declaración fue parte de un tenso discurso durante un evento en San Petersburgo, donde Putin enfatizó que la implicación de la OTAN en el conflicto con Ucrania cambiaría la naturaleza de la guerra.
“Si se toma la decisión de permitir que Ucrania dispare armas occidentales hacia Rusia, significará nada menos que una implicación directa”, declaró Putin. “Esto significará que los países de la OTAN, Estados Unidos y los países europeos están en guerra con Rusia”. Putin advirtió que, en caso de tal implicación, Rusia tomaría “decisiones apropiadas en respuesta a las amenazas”.
El viernes, Rusia expulsó a seis diplomáticos británicos, una movida vista como parte del juego diplomático entre rivales. El portavoz del Kremlin insistió en que las palabras de Putin eran “muy importantes” y “extremadamente claras”, mientras que el representante ruso ante las Naciones Unidas, Vasily Nebenzya, reforzó la retórica de Putin al advertir que la participación de la OTAN en el conflicto podría llevar a “una guerra directa con una potencia nuclear”.
¿Es diferente esta vez?
Aunque Putin ha proferido amenazas similares en el pasado, no ha llevado a cabo un ataque militar directo contra la OTAN. Sin embargo, esta advertencia reciente es una de sus declaraciones más claras sobre la posibilidad de un conflicto con la alianza. Putin hizo la declaración de forma planificada, grabando un mensaje para la televisión estatal.
Los analistas observan que, aunque una guerra entre la OTAN y Rusia sería ominosa, también representaría un desafío significativo para Putin. Rusia ya depende de países como Irán y Corea del Norte para su armamento y ha recurrido a medidas extremas, como reclutar convictos, para completar las filas de su ejército. Además, una activación del artículo de defensa mutua de la OTAN enfrentaría a Rusia con los ejércitos más poderosos de Occidente.
La estrategia de Occidente
Occidente ha adoptado un enfoque gradual para proporcionar ayuda militar a Ucrania, aumentando las capacidades de Kiev de manera lenta y deliberada. Los funcionarios estadounidenses llaman a esto “el efecto de la rana hervida”, en el que cada movimiento sucesivo parece una escalada menor que no desencadena una respuesta brusca por parte de Moscú. Esta estrategia ha incluido el envío de cohetes HIMARS, tanques, misiles de largo alcance y cazas F-16.
Sin embargo, el suministro de misiles Storm Shadow por parte del Reino Unido a Ucrania parece haber tocado una fibra sensible para Putin, quien calificó la situación como “una historia completamente distinta”. Esta afirmación se produjo mientras el primer ministro británico, Keir Starmer, visitaba Washington para reunirse con el presidente Joe Biden, con el uso de armas occidentales de largo alcance en Ucrania como parte de la agenda.
Expulsión de diplomáticos y relaciones tensas
En medio de las tensiones, Rusia anunció la expulsión de seis diplomáticos británicos acusados de espionaje y sabotaje. Aunque fueron expulsados el mes pasado, el anuncio se realizó el viernes, destacando el deterioro de las relaciones entre Moscú y Londres. La televisión estatal rusa presenta regularmente al Reino Unido como uno de los Estados más “rusófobos” de Occidente.
El Ministerio de Asuntos Exteriores ruso advirtió que expulsará a más diplomáticos británicos si llevan a cabo actividades similares en el futuro. La relación entre Rusia y Occidente se encuentra en uno de sus puntos más críticos, con las advertencias de Putin planteando la posibilidad de una escalada en el conflicto y la implicación directa de la OTAN.
Información nytimes.com