Las rupturas nunca son fáciles y parece que la que tuvieron Katy Perry y Orlando Bloom en 2017 fue especialmente complicada para la cantante, que se sumió en una etapa muy dura de su vida. Según ha contado la artista californiana, comprometida con el actor de Piratas del Caribe y embarazada de su primer hijo en común -una niña- ahora, tras aquella separación hace tres años llegó a pensar en el suicidio.
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“Había roto con mi novio, que ahora es el futuro padre de mi bebé. Y estaba emocionada por volar alto en mi siguiente álbum. Pero no volé alto, me estrellé”, ha asegurado la cantante en una entrevista en el programa SiriusXM de la cadena CBC Radio.
La cantante, que ahora se encuentra en una época de su vida mucho más dulce, ha revelado en esa misma entrevista que, además de la difícil separación de Bloom, también entró en juego en su espiral descendente lo que ella consideró un fracaso en su carrera musical, que se produjo con el lanzamiento de su segundo álbum.
“Solía tener esta trayectoria ascendente de ir siempre subiendo, subiendo, subiendo, subiendo, subiendo, subiendo”, ha admitido Perry, que reconoce que, tras lanzar el disco Witness, que fue número 1 pero vendió menos copias que su álbum de debut, Prism, no tuvo la acogida que esperaba y eso terminó de hundirla: “No era tan grande desde una perspectiva externa, pero para mí fue sísmico”.
Each of us is one in more than seven billion, with our own story of strength and resilience to tell.
🌼DAISIES🌼 is out now. I hope it will be the soundtrack to going for your dreams now… especially the ones we left behind 💛 https://t.co/ySw2E8TY9Z pic.twitter.com/IRD0QRxxc2— KATY PERRY (@katyperry) May 15, 2020
A pesar de que Katy Perry ha insistido en que pensó que aquello era el final para ella, la cantante de Swish Swish ha admitido que lo que la sacó de ese túnel tan oscuro fue su fe en Dios, heredada de su tradicional familia, y su esperanza en que las cosas iban a mejorar con el tiempo, algo que finalmente terminó pasando.
“Mi esperanza se basa en que algo más grande yo me creó con un propósito y me creó por una razón, y que no soy desechable. La gratitud es probablemente lo que me salvó la vida, porque si no me habría revolcado en mi propia tristeza y probablemente habría saltado”, ha sentenciado la artista, que hoy asegura haber aprendido de aquel “quiebre necesario” que la ayudó a no “vivir la vida como una estrella pop sedienta todo el tiempo”.
Después de esa época tan oscura que tuvo lugar a principios de 2017, cuando se publicó un comunicado asegurando que Katy Perry y Orlando Bloom se habían tomado un tiempo, la pareja terminó reconciliándose ese mismo año. Desde entonces, las cosas han ido tan bien entre ellos que en San Valentín de 2019 el actor pidió matrimonio a la cantante con un anillo valorado en cinco millones de dólares.
Tras ese compromiso, la guinda del pastel de esta feliz unión llegó con el anuncio de su embarazo, hecho público con el videoclip Never Worn White , lanzado en marzo de este mismo año. La bebé que esperan para este verano será el primer hijo para Katy Perry y el segundo para el actor de El señor de los anillos, que tiene un hijo de nueve años llamado Flynn con su expareja, la modelo Miranda Kerr.