Siga al minuto el juicio político en el Senado al presidente de Estados Unidos
El histórico juicio político contra el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, comienza este martes en el Senado en medio de una fuerte pugna entre la oposición demócrata y los republicanos -que controlan la Cámara alta- por las reglas que regirán el proceso.
Cuatro meses después de que explotara el escándalo ucraniano que lastró el gobierno de Trump a 10 meses de las elecciones presidenciales, los 100 senadores se reunieron en el hemiciclo para el juicio que comenzó a las 13:00 (18:00 GMT) y que probablemente concluirá con la absolución del mandatario.
Trump se convierte así en el tercer presidente en la historia de Estados Unidos en ser sometido a juicio político, después de Andrew Johnson en 1868 y Bill Clinton en 1999.
2:20 (ET): Terminado el argumento inicial de Schiff, Pat Cipollone volvió a tomar el estrado para ejercer su derecho a réplica. inmediatamente rechazó los argumentos presentados y aseguró que, en contraste con lo asegurado por el fiscal, quienes no habían garantizado las provisiones de un juicio justo en la Cámara de Representantes habían sido los demócratas. “Nos negaron la posibilidad de cuestionar a los testigos, de estar presentes en las audiencias y de acceder a la evidencia. Es un tridente que viola la Constitución”, expresó.
Desde Davos, donde asiste al Foro Económico Mundial, Trump hizo referencia al juicio político. Al igual que ya lo ha hecho en numerosas ocasiones, pidió que “se lean las transcripciones” en el centro del caso: es decir, su llamada con el presidente ucraniano que los demócratas indican constituye un abuso de poder.
Los abogados concluyeron con uno de los argumentos que han presentado desde que las acusaciones tomaron estado público: que estas tienen como objetivo “revertir el resultado de las elecciones de 2016” y evitar que Trump se presente a los comicios de este año, que, aseguran, ganaría sin problemas: “Ya era hora de que empezáramos con esto para terminar con esta pantomima ridícula y celebrar las elecciones”, expresó el abogado.
1:45 (ET): Los líderes de las distintas partes hicieron sus declaraciones iniciales, en las que defendieron sus argumentos acerca de las reglas que el proceso debe seguir. Tanto el equipo legal de la Casa Blanca como los senadores republicanos se han manifestado a favor de un juicio rápido, en el que se use la evidencia producida en la instrucción que tuvo lugar en la Cámara de Representantes. Los demócratas, en contraste, han asegurado que la propuesta implicaría no tener un proceso justo y, consistentemente, han solicitado la posibilidad de presentar nueva evidencia y llamar testigos a declarar.
“Han hecho un juramento para ser imparciales. Eso los ata. Nada importa excepto el juramento. Y ese requiere un juicio justo. Para el Presidente y para el pueblo americano. ¿Pero es eso posible? O, como los padres fundadores temían, la polarización impide que eso suceda”, indicó el líder del equipo de congresistas demócratas que ofician como fiscales, Adam Schiff.
Schiff reconoció que el líder republicano en la Cámara Alta, Mitch McConnell, cuenta con los votos para aprobar su resolución. Sin embargo, indicó que espera torcer algunas voluntades para “tener un juicio justo”. “Si el Senado vota privarse de evidencia y testigos, eso significa el fin del juicio. Es esconderlo bajo la alfombra”, agregó. Para fundamentar su argumento, hizo referencia a la declaración del ex asesor de seguridad nacional, John Bolton, acerca de su voluntad de declarar en el juicio; y el informe de la Oficina de Responsabilidad del Gobierno, que concluyó que la administración de Trump violó la ley cuando retuvo la ayuda militar aprobada por el Congreso para Ucrania.
También pidió llamar al jefe de Gabinete interino, Mick Mulvaney, y a Lev Parnas, un socio del abogado personal de Trump, Rudy Giuliani, quien la semana pasada presentó evidencia que los demócratas aseguran fortalece su caso. “Si quieren un juicio justo, emitan las citaciones ahora”, dijo Schiff, antes de presentar un video en el que el presidente Trump indicaba su disposición a dejar que los funcionarios de su administración declararan en el juicio. Además, recordó que en todos los juicios que tuvieron lugar en el Senado, incluyendo los “impeachments” contra los presidentes Andrew Johnson y Bill Clinton, incluyeron testigos y la presentación de nueva evidencia.
En otro pasaje de su presentación, Schiff presentó un resumen de la evidencia que tomó estado público desde que la acusación fue presentada el año pasado, así como la reticencia de la Casa Blanca a facilitar los documentos requeridos por los demócratas que lideraron la investigación en la Cámara de Representantes.
Para concluir, Schiff volvió a pedir por un “juicio justo” y aseguró que “en última instancia, los hechos van a salir a la luz”. “Los documentos que están escondiendo van a salir a la luz. Los testigos contarán sus historias en libros o películas”, aseguró. Y cerró: “El juicio debería ser justo para la Cámara de Representantes, que fue ilegalmente privada de acceder a evidencia. Al Presidente, que no se beneficiaría de ser sobreseído si el juicio no es visto como imparcial. Y para el Senado, que debería poder ver analizar todos los hechos”.
1:20 PM (ET): el presidente de la Corte Suprema, John Roberts, dio inicio formal al proceso del juicio político a en el Senado. La sesión está destinada a definir las reglas del proceso.
El líder de la mayoría republicana en el Senado de Estados Unidos, Mitch McConnell, presentó el lunes una resolución con las reglas para llevar a cabo el juicio político contra el presidente Donald Trump, acusado de haber abusado el poder de su oficina al retener ayuda militar a Ucrania a cambio de que el país llevara a cabo una investigación contra su rival político, Joe Biden, y luego obstruir la investigación del Congreso sobre el hecho. La votación al respecto, que tendrá lugar este martes, marcará el comienzo oficial del proceso, el tercero en la historia del país.
En concreto, McConnell propuso que cada las partes -los demócratas, que actuarán como fiscales, y la defensa de la Casa Blanca- tengan 24 horas para presentar sus argumentos, y que estas se dividan en turnos de 12. La cantidad de tiempo es la misma asignada en el juicio político de Bill Clinton, el antecedente más reciente. Luego de que distintos senadores mostraran preocupación por esta regla, McConnell introdujo un cambio que permite la posibilidad de dividir las 24 horas de argumentos en tres días.
Terminados los alegatos iniciales, los 100 senadores que componen la Cámara Alta -y ofician como jurados- tendrían 16 horas para plantear preguntas. Y en base a la información presentada en ambos casos votarán para decidir si llaman nuevos testigos a declarar y también si se permite la presentación de nueva evidencia.
Para cualquiera de las dos cosas es necesario el acompañamiento de la mayoría del cuerpo, que está en manos de los republicanos, que parecen inclinados a negarse y a optar por un juicio abreviado. Los demócratas aspiran a convencer a algunos indecisos.
Los siete congresistas demócratas -que ofician como fiscales en el proceso- han rechazado la propuesta. El líder de la minoría demócrata, Chuck Schumer, dijo que “un juicio sin evidencia no es un juicio, es un encubrimiento”.
Como ha sucedido a lo largo de todo el proceso, las dos facciones han sido extremadamente críticas del accionar de la otra. El líder de la minoría demócrata en el Senado de Estados Unidos, Chuck Schumer, ha calificó la propuesta de McConnell como una “desgracia nacional”.“Después de leer su resolución, está claro que el senador McConnell está empeñado en hacer que sea mucho más difícil conseguir testigos y documentos e intente acelerar el juicio”, aseguró.
Los demócratas han sido vocales a la hora de manifestar la necesidad de presentar nueva evidencia y llamar nuevos testigos.
Sobre la primera, han puesto especial foco en nuevos documentos vinculados a Lev Parnas, un socio del abogado personal de Trump, Rudy Giuliani, que aseguran fortalecen su caso. Lo mismo piensan de un informe de la Oficina de Responsabilidad del Gobierno, que concluyó que la administración de Trump violó la ley cuando retuvo la ayuda militar aprobada por el Congreso para Ucrania.
Con respecto al segundo aspecto, en tanto, entre aquellos señalados como testigos requeridos se encuentran el exasesor de seguridad nacional de la Casa Blanca John Bolton o el jefe interino de Gabinete, Mick Mulvaney. Los republicanos han criticado que durante la investigación en la Cámara de Representantes, donde se desarrolla la instrucción del proceso y donde los demócratas son mayoría, estos no hicieran más presión para citar a Bolton y Mulvaney, recurriendo a los tribunales.
A este respecto, el jefe del equipo de “fiscales” del juicio político, Adam Schiff, que lideró la investigación en la Cámara Baja, dijo al canal ABC que esa estrategia tan solo hubiera servido para retrasar el comienzo del juicio. De hecho, Schiff agregó, la Cámara Baja intentó que comparecieran varios testigos pero estos no cumplieron con las citaciones, obedeciendo una la orden de la Casa Blanca que así se los requería.
Schiff también acusó a los servicios de Inteligencia de retener documentos sobre Ucrania requeridos por los legisladores que preparan el juicio político. “Parece que están sucumbiendo a la presión de la Administración -señaló-. La NSA (Agencia de Seguridad Nacional), en concreto reteniendo documentos potencialmente relevantes para nuestras responsabilidades de supervisión sobre Ucrania, pero también documentos que los senadores podrían querer ver durante juicio”.
En declaraciones a la cadena de televisión Fox News, el senador republicano Ted Cruz auguró que el juicio político podría durar una o dos semanas, pero advirtió que podría prolongarse hasta seis, ocho o más, si finalmente la cámara aprueba citar a testigos.
De ocurrir finalmente, Cruz consideró que deberían aplicarse unas normas de reciprocidad, es decir, “si la acusación tiene un testigo, la defensa tiene un testigo; si la acusación tiene dos, la defensa tiene dos. Si la acusación llama a John Bolton, la defensa llama a Hunter Biden”.
Biden, hijo del ex vicepresidente y uno de los candidatos presidenciales compitiendo en las primarias presidenciales del partido demócrata, está en el centro del caso. Según la acusación original, los allegados al Presidente buscaban que el gobierno ucraniano buscara mediante una investigación formal información potencialmente dañina sobre el accionar de Hunter Biden como miembro del directorio de Burisma, una compañía de gas local.
Los abogados del Preisdente, al ofrecer un vistazo preliminar de su defensa el domingo, indicaron que los cargos en su contra no son válidos. “Es necesaria una conducta cuasicriminal”, dijo Alan Dershowitz, un abogado constitucional del equipo de defensa de Trump. Dershowitz indicó que él estará presentando ese mismo argumento ante el Senado y si prevalece, “no habrá necesidad” de buscar los testimonios de testigos o documentos que los demócratas exigen. Trump, por su parte, asevera que su presión a Ucrania fue “perfecta” y que es víctima de una cacería de brujas.
El enfoque de “sin delito no hay juicio político” ha sido desestimado por demócratas y expertos que han testificado ante la Cámara Baja. En un reciente informe de juicio, los fiscales describieron la conducta de Trump como la “peor pesadilla” de los fundadores del país. Desde su perspectiva, la norma de “delitos de responsabilidad ” es ambigua y no concluyente en la Constitución y pretende abarcar los abusos de poder que no son necesariamente ilegales.
Pero más allá de la duración final del proceso, las posibilidades de que la acusación prospere son bajas. Se necesitan 67 votos a favor para remover al Presidente, pero los 53 senadores republicanos se han mostrado firmes detrás suyo. infobae.com