El joven afroamericano Isaiah John Metz o Decklyn McBride, de 22 años, es acusado y perseguido por la policía de Pensilvania y Nueva York por presuntamente violar dos gemelas de 4 años en Pensilvania y luego huir a la Gran Manzana.
El depravado está en libertad condicional y de tener en su contra 115 violaciones sexuales, y cuando sea apresado y hallado culpable enfrenta prisión por mil años, informaron las autoridades.
Según informes policiales, antes de venir a NY, estaba cuidando las gemelas cuando presuntamente la violó. La familia dijo que, al regresar al hogar, la menor se quejó de dolor en la vagina. Tras un análisis de ADN de una muestra tomada de su ropa interior, los investigadores dijeron que no podían descartar a Metz.
Asimismo, el delincuente tomó fotos de la violación contra ellas. Más tarde se descubrieron imágenes y videos en su teléfono que lo mostraban agrediéndola, según el Centro Nacional de Niños Desaparecidos y Explotados.
Entre otros cargos se incluyen tres de violación de un niño menor de 13 años y 99 por abuso sexual con fotografías y videos.
La policía neoyorkina recibió un aviso de que Metz estaba en el refugio para personas sin hogar Antonio Olivieri, ubicado 257 W. de la calle 30 W, próximo a la Octava avenida en Manhattan.
Cuando el violador, que mide 5′ 8’’ y pesa unas 165 libras, llegó al refugio se pintó el cabello de rojo, y llevaba puestos unos pantalones de pijamas rojo y negro, con una sudadera negra.
Este martes a eso de las 4:30 de la mañana agentes policiales llegaron al refugio con una orden judicial para arrestarlo. Sin embargo, el sospechoso se opuso, mordió el brazo de un policía y golpeó a otro, de inmediato se dio a la fuga.
Autoridades informan que este es uno de los sospechosos más buscados en Pensilvania. Quien posea información debe llamar al 1-800-577-8477; y en español 1-888-577-4782).
También a través de la página www.crimestoppers.nypdonline.org o por mensaje de texto a 274637 (CRIMES), seguido por TIP577. La uniformada despachó fotos del malhechor. Todas las comunicaciones son estrictamente confidenciales.
Por Ramón Mercedes