Miguel Cruz Tejada
NUEVA YORK._ En una operación nacional sin precedentes en la República Dominicana, el Comando Sur de Estados Unidos, la DEA, la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD) apoyados por otras agencias rompieron ayer miércoles una poderosa banda internacional de narcotráfico en allanamientos de madrugada en distintos puntos del país, donde arrestaron a 10 sospechosos confiscando 2 toneladas de drogas.
Un video difundido por la agencia AP muestra a los oficiales rompiendo puertas y entrando agresivos a las viviendas en las que buscaban a los presuntos narcotraficantes.
La operación conjunta tenía el propósito de frenar a la red regional que distribuía las drogas en diferentes países de América Latina y el Caribe.
Las autoridades anunciaron el arresto de Rafael Ynoa Santana e Isidoro Rotestan Clase como principales líderes el grupo.
Los federales y la DNCD dijeron que el operativo fue parte de medidas enérgicas contra la red regional de narcotráfico.
El Comando Sur desplegó fuerzas especiales en todo el país caribeño antes del amanecer del miércoles como parte de la operación, dijo AP.
Los acusados, cabecillas del grupo, recibieron drogas de América del Sur en la República Dominicana y Puerto Rico y luego las enviaron a Estados Unidos y Europa. Fueron identificados.
La red de narcotráfico es responsable de más de dos toneladas de drogas incautadas en la República Dominicana, dijeron los investigadores.
El operativo fue organizado y autorizado por la División de Campo del Caribe (FD) de la DEA, que es una agencia híbrida, ya que está compuesta por oficinas nacionales y extranjeras.
La DEA explica que con sede en San Juan, la FD del Caribe tiene la responsabilidad de enlace con la isla de Puerto Rico, las Islas Vírgenes de los Estados Unidos (USVI), 27 naciones insulares en todo el Caribe y los países de Guyana y Surinam en América del Sur.
Hay nueve oficinas de la DEA en la región ubicadas en Barbados, Curazao, República Dominicana, Haití, Jamaica, Guyana, Trinidad y Tobago, Nassau y Freeport, Bahamas.
La división del Caribe tiene una responsabilidad única en la región, cubriendo miles de millas cuadradas con cientos de islas que hablan varios idiomas. “La DEA trabaja en asociación con la Guardia Costera de los Estados Unidos, el Departamento de Seguridad Nacional y el Departamento de Defensa para hacer cumplir las leyes internacionales contra el tráfico de drogas”, informa la agencia federal.
La división ha desarrollado una serie de iniciativas de investigación diseñadas para atacar esas vulnerabilidades y ayudar a mantener el estado de derecho en toda la región. Además, hay 17 iniciativas HIDTA que prestan servicios en ubicaciones nacionales de la región.
La proximidad geográfica de las islas del Caribe las hace extremadamente vulnerables al tráfico de drogas. Históricamente, cantidades significativas de cocaína destinadas a los Estados Unidos transitaban por el Caribe. El comercio ilegal de drogas sigue siendo una amenaza para el bienestar público y representa una seria amenaza para el estado de derecho en muchas naciones insulares del Caribe, agrega el informe de la DEA.
“La principal amenaza de las drogas en la región del Caribe sigue siendo la cocaína que fluye hacia el norte desde América del Sur. El contrabando y el abuso de heroína y marihuana también son motivo de preocupación. Además, la amenaza de los opioides y el desvío de medicamentos recetados son una preocupación creciente en la región”, dijeron los federales de Estados Unidos.
Los crecientes niveles de violencia relacionada con las drogas en Puerto Rico, las Islas Vírgenes de los Estados Unidos y muchas naciones del Caribe es uno de los problemas más urgentes que enfrentan actualmente las autoridades y los funcionarios públicos regionales.