Por JUAN T H
Israel sí, Haití, no.
Estados Unidos está dispuesto a provocar una guerra de grandes dimensiones para proteger a Israel, un país pequeño de apenas 20 mil 300 kilómetros cuadrados, convertido en una potencia económica, política y militar por razones de geopolítica estratégica, por el hecho de estar ubicado en una región, igualmente estratégica, rodeado de otros países adversos, donde hay grandes recursos renovables y no renovables, muy importantes para Europa y los propios Estados Unidos.
Israel limita al norte con el Líbano, al Norte y Siria, al suroeste, Jordania al Este, el Mar Rojo al Sur, Egipto al Suroeste, y el Mar Mediterráneo al Oeste con Siria (Altos del Golán) Cisjordania y Jordania; al Sur con la Franja de Gaza, Egipto y Jordania al Este; el Mar Rojo al Sur, Oeste con el Mar Mediterráneo (mar territorial de Chipre).
Ese cuadro nos da una idea de lo que ocurre en esa parte de Asia. Estados Unidos y Europa están defendiendo sus intereses. Israel no es más que la punta de lanza, una quinta columna del imperio norteamericano y sus aliados.
Israel se propuso, desde 1948, cuando se fundó su Estado, eliminar al pueblo palestino expulsándolos de sus tierras por la fuerza, produciendo un verdadero genocidio. La actuación del grupo Hamás, que no representa socialmente al pueblo palestino, no ha sido más que una excusa para destruir la Franja de Caza, asesinar y expulsar a más de dos millones de personas para colonizarlo posteriormente, como vienen haciéndolo desde 1947 cuando los sionistas se plantearon la creación del Estado judío con el apoyo de Europa y Estados Unidos.
Si bien es cierto que Israel convirtió el territorio asignado por las Naciones Unidas en un poder económico, político y militar, gran parte desértico, con capacidad para borrar a todos los palestinos de un solo plumazo, no lo ha hecho por las consecuencias que acarrearía con sus vecinos, provocando una guerra de grandes dimensiones, no sólo en la región, sino en todo el mundo.
Ante los “ataques monstruosos y bárbaros” del grupo Hamás, que bien pudieron ser organizados y patrocinados por los enemigos del pueblo palestino para justificar la carnicería que se está produciendo en estos momentos en la Franja de Gaza, con miles de muertos, entre los que se encuentran niños, mujeres embarazadas, hombres y ancianos, desarmados.
El gobierno de Israel les está negando a más de dos millones de seres humanos empobrecidos el acceso la energía eléctrica, agua potable, alimentos, atención médica, etc., ante la indiferencia de todo el mundo. En la Franja de Gaza se está produce un extermino peor al que produjo Hitler durante el holocausto, donde perecieron alrededor de seis millones de judíos.
Los supuestos ataques “sorpresivos” del grupo Hamás han caído como anillo al dedo al primer ministro de Israel Benjamín Netanyahu, que hasta ese momento no había podido formar gobierno debido a la crisis política que lo sacudía. Los “ataques” de Hamas le han servido de excusa para formar gobierno, bombardear ferozmente la Franja de Gaza y llamar a la unidad nacional con el apoyo irrestricto de sus amidos norteamericanos y europeos.
Estados Unidos y sus aliados europeos no defienden sólo a Israel, defienden sus intereses geopolíticos estratégicos en la región y en el mundo. Aterrorizan a la humanidad con sus portaaviones, bombas, aviones caza, submarinos atómicos, etc. Lo mismo ocurre en Ucrania, donde Estados Unidos, de los impuestos de sus contribuyentes, ha invertido en armas de todo tipo, cientos de miles de millones de dólares para enfrentar a Rusia. Lo mismo que en Taiwán frente a China Popular. Lo de Cuba es criminal. Más de 60 años de bloqueo económico, político, cultural, científico, alimenticio. Condenar a todo un pueblo a la pobreza por diferencias políticas, a pesar de las resoluciones en contra de las Naciones Unidas.
Sin embargo, no invierten un peso en Haití, pequeño país caribeño que comparte frontera con la República Dominicana, donde desaparecieron las instituciones, donde reina la violencia y la anarquía. Un país gobernado por bandas asesinas. Un país sumido en la pobreza y la miseria. Allí, donde hace falta de todo, Estados Unidos y sus aliados europeos, no invierten un peso, ni envían armas para pacificar ese pueblo fantasma, no envían portaviones, soldados armados hasta los dientes. ¡Nada! Haití no tiene ninguna importancia geográfica en la región porque no están en riesgo sus intereses, porque en ese territorio no hay petróleo, no hay gas natural, ni otros recursos naturales que explotar, salvo el oro que dicen que existe.
Haití es un problema, pero no para Estados Unidos y sus aliados europeos, Haití es un problema para la República Dominicana, única y exclusivamente. Por lo tanto, quieren que sea la República Dominicana la que cargue con ese muerto.