¿Qué es un negocio? Definición y tipos de empresas
Una empresa -también conocida como negocio, firma o compañía- es una entidad organizacional dedicada a la provisión de bienes y servicios a los consumidores. Los negocios constituyen una forma fundamental de actividad económica, especialmente en las economías capitalistas, donde en su mayoría son de propiedad privada y distribuyen productos y servicios a través del mercado a cambio de dinero u otros bienes con valor económico.
Además, existen negocios sociales sin fines de lucro y empresas públicas estatales, gestionadas por gobiernos con objetivos sociales y económicos específicos. Un negocio puede ser propiedad de múltiples individuos privados, organizándose como una compañía incorporada o una sociedad colectiva. Cada país tiene leyes distintas que regulan los derechos y obligaciones de estas entidades comerciales.
“No hay secretos para el éxito. Es el resultado de preparación, trabajo duro y aprender del fracaso.”
Evolución y gestión empresarial en el siglo XXI
En las últimas décadas, varios estados han adaptado sus activos y empresas públicas al modelo empresarial. Por ejemplo, en 2003, la República Popular China adoptó un sistema de gestión tipo compañía para el 80% de sus empresas estatales. Asimismo, muchas instituciones estatales en China y Rusia se han transformado en sociedades anónimas, con acciones listadas en bolsas públicas.
Gestión de procesos empresariales (BPM)
La gestión de procesos empresariales (BPM, por sus siglas en inglés) es un enfoque integral que alinea todos los aspectos de una organización con las necesidades y expectativas de sus clientes. Este método impulsa la efectividad y eficiencia, promoviendo la innovación, flexibilidad e integración tecnológica.
BPM se centra en la mejora continua de procesos, por lo que se puede describir como un “proceso de optimización de procesos”. Se considera que permite a las organizaciones ser más ágiles y adaptables que los modelos jerárquicos tradicionales.
Las grandes cosas en los negocios nunca las hace una sola persona, sino un equipo.
Formas jurídicas y responsabilidad en los negocios
La mayoría de las empresas operan a través de entidades legales separadas, como corporaciones o sociedades, con o sin responsabilidad limitada. Para constituirlas, generalmente se requiere presentar documentos oficiales ante el organismo correspondiente, como la Secretaría de Estado, y cumplir con normativas específicas.
Los derechos y relaciones entre accionistas, socios o miembros se regulan por los documentos constitutivos y la legislación local. En general, estos propietarios están protegidos frente a responsabilidades personales por las deudas de la empresa, salvo en casos de mala conducta.
Cuando dos o más personas poseen un negocio sin formalizar una entidad especializada, se considera una sociedad colectiva. Sus términos se regulan por un acuerdo de socios, si existe, o por la ley local.
“Amo a quienes pueden sonreír en la adversidad, fortalecerse en la dificultad y ser valientes tras la reflexión. Es tarea de mentes pequeñas encogerse, pero aquellos con corazón firme y conciencia tranquila persiguen sus principios hasta la muerte.”
Para crear una sociedad no se requiere papeleo específico, y sin un acuerdo, las relaciones se rigen por la legislación correspondiente. Por otro lado, una persona que posee y dirige un negocio es un empresario individual o propietario único, quien puede elegir la estructura más adecuada según sus necesidades.
Regulación y licencias especiales para negocios
Algunos sectores empresariales están sujetos a regulaciones especiales, como los servicios públicos, banca, seguros, radiodifusión, aviación y atención médica. También las normativas ambientales pueden afectar a múltiples industrias.
Además, ciertos negocios requieren licencias específicas para operar, ya sea por leyes que regulan profesiones con requisitos educativos, o para recaudar impuestos locales. Ejemplos incluyen licencias para abogados, médicos, pilotos, venta de alcohol, radiodifusión, valores, vehículos usados y construcción.
“La primera regla de cualquier tecnología en un negocio es que la automatización aplicada a una operación eficiente amplifica la eficiencia. La segunda es que aplicada a una operación ineficiente amplifica la ineficiencia.”
Protección de la propiedad intelectual en las empresas
Las empresas suelen contar con valiosos activos de propiedad intelectual que deben protegerse para mantener la rentabilidad y competitividad. Esto incluye patentes, derechos de autor, marcas registradas y secretos comerciales.
La mayoría de los negocios utilizan nombres, logotipos y otras técnicas de branding que se benefician del registro de marcas. En países como Estados Unidos, las patentes y derechos de autor se regulan a nivel federal, mientras que los secretos comerciales y marcas dependen mayormente de leyes estatales.
Para proteger estos activos en diferentes mercados, las empresas deben asegurar la propiedad intelectual en cada jurisdicción relevante. Muchos países están suscritos a tratados internacionales que armonizan estas protecciones.
Adicionalmente, es común que las compañías requieran que sus empleados firmen cláusulas de no competencia, limitando sus interacciones con competidores y stakeholders para salvaguardar secretos empresariales.