Convocar la prensa a una misa para acabar con un alcalde, posiblemente uno de los pocos que vemos madrugar día a día para darle solución a los cientos de complejos problemas del municipio, es realmente una mezquindad.
Lo peor es que el padre use el púlpito y la sotana para decir cosas que ni él mismo se las cree y que, según hemos podido comprobar, no es la posición de la iglesia sobre la gestión del alcalde Manuel Jiménez.
Ojalá no sea algún resquemor del padre por alguna petición que el alcalde no ha podido complacerle. Digo esto porque no hay forma de entender sus críticas.
A mí me gustaría escuchar la opinión de Monseñor Benito Ángel, jefe de la iglesia católica en Santo Domingo Este, a quien he visto acompañando y respaldando las acciones de la alcaldía.
La alcaldía apenas tiene 4 meses y medios, en pandemia y con dos tormentas que han azotado el municipio, pedirle a Manuel Jiménez que haga más, seria la peor mezquindad, y peor si viene de la iglesia católica; la primera acción importante que desarrolló la alcaldía fue precisamente la recuperación de una iglesia católica en las inmediaciones del cementerio Cristo Salvador, promesa que no le había cumplido ningunos de los alcaldes anteriores.
Debemos ser más comedidos en nuestros pronunciamientos y valorar las buenas acciones de una gestión que apenas inicia, en momentos tan adversos como nunca antes esta generación les había tocado vivir.
Aprovechemos para que juntos construyamos una ciudad justa y creativa como lo hemos soñado y veremos convertida en realidad junto a nuestro ejecutivo municipal, Manuel Jiménez.
Por Darwin Feliz Matos