POR JAIMIE DINGSTAFF WRITER
latimes.com/espanol
Los precios de los bienes y servicios aumentaron un 7% en el último año, la tasa de inflación más alta en casi cuatro décadas, según cifras publicadas por el Departamento de Trabajo de Estados Unidos.
En Los Ángeles, los precios al consumidor incrementaron un 6.6% respecto al año anterior y un 0.4% en el último mes, impulsados principalmente por el aumento de los costos de vivienda y suministros, informó la Oficina de Estadísticas Laborales de Estados Unidos.
Con el tono de los argumentos sobre qué está causando la inflación, y qué hacer para evitar que aumente, subiendo incluso más rápido que los precios, el Times habló con economistas para comprender qué está sucediendo.
Bien, entonces, ¿qué está impulsando la inflación?
Comience con las palabras que probablemente ya esté harto de escuchar: cadena de suministro. Los consumidores están ansiosos por gastar y los proveedores no pueden satisfacer la demanda.
La pandemia ha causado problemas duraderos con el envío, la descarga y la entrega de mercancías en todo el país, especialmente en los puertos cruciales de Los Ángeles y Long Beach. El mayor costo de los bienes significa que las empresas han tenido que disminuir sus márgenes de ganancia o aumentar los precios para los consumidores, algunas veces ambas cosas.
Dos años después de los primeros confinamientos temporales por coronavirus, los retrocesos en la producción continúan repercutiendo.
La escasez de semiconductores ha limitado la producción de automóviles, lo que a su vez ha elevado considerablemente los precios de los autos usados y en renta.
La pandemia también vio una ola de quiebras entre los productores de petróleo de Estados Unidos cuando la economía se paralizó brevemente.
Ahora, la demanda de petróleo se ha recuperado, pero la oferta no, detalló Leo Feler, economista de la Escuela de Administración Anderson de la UCLA.
Aproximadamente la mitad de la inflación total se puede atribuir a los precios más altos de los automóviles y la energía, informó la Oficina de Estadísticas Laborales.
La otra mitad: alimentos, vivienda, muebles, electrodomésticos y otros bienes, todos ellos afectados por problemas de abastecimiento relacionados con la pandemia.
“Si no fuera por la ola de Delta, tal vez las fábricas habrían funcionado a todo vapor en China, Vietnam y Taiwán, y obtendríamos las piezas, así como los semiconductores que necesitamos para producir automóviles, lavadoras y artículos portátiles en Estados Unidos”, señaló Feler.
“Pero debido a que tuvimos la ola de Delta, que cerró fábricas en Asia. Continuamos teniendo restricciones de suministro y una inflación más alta”.
¿Alguien se beneficia de la inflación?
Las personas con deudas, respondió Feler. Para los titulares de hipotecas, el valor de sus viviendas está aumentando, pero sus hipotecas se encuentran aseguradas a una tasa de interés baja.
“De hecho, están experimentando una tasa de interés real negativa”, señaló Feler. “Así que pagan una tasa de interés tan baja en relación con la inflación que se encuentran mejor”.
A los proveedores de materiales de construcción y manufactura, como la madera y el acero, también les está yendo bien, agregó Lynn Reaser, economista jefe de la Universidad Point Loma Nazarene.
“En muchos casos, las empresas ni siquiera preguntan cuál es el costo. Simplemente están desesperados por obtener materias primas y semiprocesadas”, expuso Reaser.
¿Cómo está afectando la inflación al mercado laboral?
Los precios más altos están ejerciendo presión financiera sobre los hogares estadounidenses, especialmente las familias de bajos ingresos, pero hay una ventaja. Con el desempleo en Estados Unidos cerca de un mínimo histórico y las empresas luchando por llenar puestos de trabajo, los empleados tienen poder de negociación para salarios más altos, señaló Reaser.
“Están exigiendo aumentos cada vez más grandes para aceptar esos empleos”, destacó Reaser.
Aunque los salarios reales han disminuido en promedio en toda la fuerza laboral, a algunos segmentos les ha ido particularmente bien, como los empleados en el rubro de ocio y hotelería, explicó Feler.
“La demanda de su mano de obra es tan alta que sus salarios han incrementado más rápido que la tasa de inflación”, detalló Feler.
¿Qué está haciendo la Reserva Federal al respecto?
La alta inflación es motivo de alarma para el presidente de la Reserva Federal, Jerome H. Powell, quien le comentó al Congreso el martes que el banco central estaba preparado para acelerar los aumentos de las tasas de interés que planeaba para 2022. El incremento de las tasas de interés disminuye el endeudamiento y el gasto, lo que a su vez enfría la demanda y alivia la presión sobre los proveedores. Powell ha calificado el alza de la inflación como una “grave amenaza” para el objetivo de maximizar el empleo.
“Este es un punto de inflexión muy crítico”, indicó Reaser. “La Reserva Federal podría estar equivocada al ajustar demasiado o podría cometer un error al no hacerlo lo suficiente”.
Algunos también cuestionan la necesidad de que la Reserva Federal tome medidas, si todo está causado por la pandemia. Si se resolvieran los problemas de la cadena de suministro, ¿no se solucionaría también la inflación?
Aun así, Feler comentó que la institución “probablemente cometería un error” al abordar la inflación ahora.
La Reserva Federal “no quiere correr el riesgo de que la inflación se desancle, que la gente espere que la inflación sea más alta y, por lo tanto, comiencen a subir los precios de manera anticipada”, agregó.
¿Cuándo podemos esperar un alivio de los precios más altos?
En el corto plazo, probablemente veremos que la inflación se extiende de los automóviles y la energía a otras áreas, detalló Reaser. Señala los costos médicos y los aumentos de alquiler como “gigantes dormidos” que posiblemente afectarán a los consumidores el próximo año.
En última instancia, como ha sido el caso en los últimos dos años, la economía permanecerá a merced del coronavirus.
“Si la pandemia es transitoria, la inflación también debería ser transitoria”, explicó Feler. “Y lo que terminó pasando es que la pandemia se ha vuelto persistente. Por tanto, lo que ha sucedido, es que la inflación ha sido más constante de lo que pensábamos que sería”.