La Oficina Judicial de Servicios de Atención Permanente impuso tres meses de prisión preventiva contra un hombre imputado de estafar a cinco personas, a quienes cobró la suma de un millón 513,000 pesos a cambio de lingotes de oro falsos.
El juez Bienvenido Liz Santana ordenó al imputado Juan de Dios de la Cruz o Antonio de la Cruz (Papo o el campesino) cumplir la medida preventiva en la Penitenciaría Nacional La Victoria.
No obstante, el juez dejó la posibilidad de que el imputado pueda salir en libertad bajo fianza, mediante el pago de una garantía económica de 200 mil pesos.
Según indicó el Ministerio Público, para cometer los hechos, De la Cruz se asoció con un hombre identificado como Francis “El Grande” quien se encuentra prófugo, y otro cómplice no identificado hasta el momento.
Asimismo, especificó que el grupo se dedicaba a interceptar a las víctimas cuando salían de identidad bancarias para estafarlas con la venta de supuestos lingotes de oro.
Modus operandi
Detalló que el pasado mes de marzo engañaron con RD$250 mil a una mujer que salía de una sucursal bancaria ubicada en un centro comercial de la avenida John F. Kennedy y que el modo de operar consistió en que el primero en acercarse fue el hombre no identificado, quien le aseguró a la mujer que De la Cruz poseía un objeto de mucho valor, con lo que logró que la víctima se interesara y terminara asombrándose al observar el supuesto lingote de oro.
Posteriormente, el prófugo Francis El Grande llegó al lugar a bordo de una yipeta y le dijo a la mujer que debía aprovechar la oportunidad y la invitó a subir al vehículo, junto con el vendedor fraudulento.
Paso siguiente, los tres se dirigieron hacia una entidad bancaria en la que la víctima retiró RD$250,000 y los entregó al encargado a cambio del falso oro. Acto seguido, los hombres dejaron a la mujer en un lugar desconocido para ella.
Con el mismo modus operandi, en julio pasado estafaron a un hombre que salía de un banco en Arroyo Hondo por un monto de RD$278,000
Según testifican los afectados, los malhechores les rociaron un polvo de una sustancia desconocida y así lograron reacciones positivas a sus pretensiones.