Estados Unidos registra 283 tiroteos masivos en lo que va del año
Ramón Mercedes | NUEVA YORK.- Hasta este domingo, los Estados Unidos han sufrido 283 tiroteos masivos, definidos como incidentes en los que resultan heridas o muertas más de tres personas. Estas tragedias han dejado un saldo alarmante de 9,937 muertos y 19,875 heridos en todo el país.
Últimos tiroteos masivos en diferentes estados de EE.UU.
El más reciente ocurrió el pasado viernes durante un partido de fútbol americano en el estadio Ladd-Peebles, en Mobile, Alabama, donde resultaron heridas 10 personas. Al día siguiente, el sábado, otro episodio violento se registró en Midland, Texas, con un balance de 8 muertos y 24 heridos.
Incidentes en las últimas 72 horas
- Toledo, Ohio: en la avenida Stickney 3257, se reportaron 4 heridos.
- Chicago, Illinois: en la calle S Paulina 7100, se registraron 2 muertos y 3 heridos.
- Charlotte, Carolina del Norte: en Dabney Drive 10035, hubo 1 muerto y 3 heridos.
- Moncks Corner, Carolina del Sur: en Maplewood Rd 336, se contabilizaron 4 heridos.
- Filadelfia, Pensilvania: en la calle Cuarta 4600, se reportaron 2 muertos y 2 heridos.
- Maryland: dos tiroteos en Baltimore: en N Monroe 900 (4 heridos) y en E 29 1600 (1 muerto y 3 heridos), además de otro en Frederick, en N Market 600, con 4 heridos.
Impacto total de la violencia armada en EE.UU.
En total, los incidentes con armas de fuego en el territorio estadounidense suman 37,682, incluyendo la muerte de 1,339 autores de estos hechos violentos. Estas cifras reflejan la creciente crisis de seguridad pública que afecta a comunidades en todo el país.
Gobernador de Nueva York exige acción federal contra la violencia armada
Ante esta escalada de violencia, el gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, lanzó un enérgico llamado al presidente Donald Trump para que tome medidas inmediatas y efectivas que detengan los tiroteos masivos. Cuomo, reconocido crítico de las políticas de Trump y su cercanía con la Asociación Nacional del Rifle (NRA), pidió este domingo “hacer algo” tras el último incidente en Texas.
El gobernador ha sido un firme defensor del fortalecimiento de las leyes de control de armas en Estados Unidos, insistiendo en que es urgente proteger a las comunidades que siguen perdiendo vidas a causa de estos actos violentos.

