La Fiscalía informó este viernes, 2 de junio, que un ciudadano de doble nacionalidad haitiana y chilena fue condenado a cadena perpetua tras declararse culpable en marzo, ante un tribunal estadounidense, de los cargos relacionados con su papel en el asesinato del presidente haitiano Jovenel Moise en 2021
El empresario haitiano-chileno Rodolphe Jaar, que fue arrestado en República Dominicana en enero de 2022 y viajó voluntariamente a Estados Unidos, fue sentenciado a cadena perpetua, este viernes, por un juez federal de Miami (Florida).
Se le acusaba de conspiración para cometer asesinato o secuestro fuera de Estados Unidos, así como también de brindar apoyo logístico a un grupo de mercenarios colombianos, que acabaron a tiros con la vida de Moïse.
El juez federal José E. Martínez dictó la sentencia de cadena perpetua a Jaar por cada uno de los cargos que se le imputaban, según el documento de 11 páginas al que tuvo acceso la agencia EFE.
“El tribunal recomendará que el acusado sea internado en una instalación federal ubicada en el sur de Florida o lo más cerca posible de acuerdo con sus antecedentes y delitos por los que está condenado”, señala la minuta de las diligencias realizadas en la vista para sentencia.
Jaar, que fue informante del Gobierno estadounidense y había sido condenado por tráfico de drogas hace una década, admitió en una declaración “voluntaria” haber proporcionado armas de fuego y municiones a los colombianos presuntamente implicados en una operación que, de acuerdo con su testimonio, tenía como objetivo inicial capturar y meter en prisión al mandatario, no asesinarlo.
Según la Fiscalía de EE.UU., aproximadamente 20 ciudadanos colombianos y otros tantos haitianos, Jaar entre ellos, participaron en el complot para secuestrar y matar al presidente haitiano.
El haitiano-chileno es la única persona que se ha declarado culpable hasta el momento entre las 11 que están arrestadas y acusadas en Estados Unidos por el asesinato de Moïse. Los otros 10 arrestados están pendientes de juicio con jurado.
El 7 de julio de 2021 un escuadrón armado ingresó en la vivienda del presidente Moïse y lo asesinó a tiros. El magnicidio no sólo dejó un vacío político, sino que desató una ola de violencia a la cabeza de poderosas bandas, que dejaron sin ley zonas tanto de la capital como del campo.
Con información de Reuters y EFE.