Realizar una correcta limpieza de los dientes de forma rutinaria es esencial para mantener una buena salud bucal. Pocos minutos después del cepillado, las bacterias que hay en la boca se vuelven a acumular sobre la superficie de los dientes. Además, si ingerimos hidratos de carbono, algunas de estas bacterias van a producir los ácidos responsables del inicio y desarrollo de la caries dental.
Por esos motivos, los expertos recomiendan cepillarse los dientes tres veces al día, una vez después de cada comida. Además del cuidado diario de la salud bucal por parte del propio paciente, es recomendable acudir al dentista (según como indique el profesional en cada caso) para realizar una revisión y limpieza bucal.
Las limpiezas dentales son un procedimiento rutinario que se realiza para eliminar la placa bacteriana y el sarro acumulado en los dientes y encías. Estos depósitos de placa bacteriana y sarro pueden causar problemas como caries, enfermedad periodontal y mal aliento. Las limpiezas regulares ayudan a prevenir estos problemas y a mantener la salud dental.
Es importante destacar que las limpiezas dentales se realizan con herramientas y técnicas especiales que no dañan el esmalte dental. De hecho, el esmalte dental es una sustancia dura y resistente que no se desgasta fácilmente con la limpieza dental. Por tanto, es seguro realizar limpiezas dentales con regularidad.
¿Cuántas limpiezas debemos hacernos al año?
Es importante recordar que cada paciente es único y sus necesidades de limpieza pueden variar en función de su historial dental, sus hábitos de higiene y otros factores. Por ejemplo, un paciente con una buena higiene dental y sin problemas periodontales puede requerir menos limpiezas que un paciente con una historia de enfermedad periodontal.
Algunos pacientes se preguntan si estas limpiezas pueden dañar de alguna manera los dientes. Lo cierto es que no: el instrumental que se utiliza para hacer las higienes no destruye el esmalte dental, sino que únicamente elimina los depósitos de placa y sarro que se depositan encima de los dientes. En general, los dentistas recomiendan realizar estas limpiezas una o dos veces al año, pero es algo orientativo, ya que cada paciente debe ser valorado por un profesional de forma individualizada.
La alimentación, los hábitos de higiene, la edad, el estado general de la dentadura, la predisposición natural para acumular sarro, la presencia de periodontitis o implantes dentales… son aspectos a tener en cuenta en cada caso. Lo que está claro es que, cuanto mejor nos limpiemos en casa, menor será la frecuencia de las limpiezas profesionales aunque no hay que olvidar que la higiene en casa en general no sustituye a una limpieza profesional periódicamente.
En conclusión, las limpiezas dentales son un procedimiento seguro y necesario para mantener una buena salud dental. No existe evidencia científica que sugiera que las limpiezas dentales regulares pueden desgastar el esmalte dental o dañar los dientes. Es importante seguir las recomendaciones del dentista y asistir a las citas de limpieza periódicas para mantener una buena salud dental. Para saber qué es lo mejor para cada paciente, es necesario preguntar siempre a un profesional.
