El secretario general de la ONU, António Guterres, advirtió al Consejo de Seguridad que la región de Oriente Próximo se está transformando rápidamente en un “infierno” debido a los crecientes focos de tensión. Esta declaración ocurre después de que Israel prohibiera su entrada al país, acusándolo de no condenar de manera “inequívoca” el reciente ataque iraní con misiles y de no denunciar la masacre perpetrada por Hamás el 7 de octubre, aunque Guterres ya lo había hecho en varias ocasiones.
Mientras tanto, los combates entre Israel y Hezbolá continúan intensamente en el sur de Líbano. Israel ha confirmado que varios misiles lanzados por Irán el martes impactaron en bases militares israelíes, aunque sin causar víctimas. Por su parte, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) han iniciado incursiones terrestres en Líbano, enfrentándose a corta distancia con milicianos de Hezbolá.
Hamás reivindica ataque en Tel Aviv mientras Biden evalúa sanciones contra Irán
En paralelo, Hamás reivindicó un tiroteo en Tel Aviv que dejó siete muertos y 16 heridos, perpetrado por dos palestinos de Cisjordania. El tiroteo ocurrió casi al mismo tiempo que los misiles iraníes comenzaban a impactar en suelo israelí.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, discutió con los líderes del G-7 posibles sanciones contra Irán en respuesta al ataque, reafirmando el compromiso inquebrantable de su país con la seguridad de Israel.