La toma de juramento estuvo a cargo de la presidenta de la Asamblea Nacional, Guadalupe Llori, quien también le impuso la banda presidencial y la condecoración del Gran Collar de la Orden Nacional al Mérito, el máximo galardón del Estado ecuatoriano
Guillermo Lasso, de 65 años, asumió este lunes la Presidencia de Ecuador, en un acto que realizado en la Asamblea Nacional, acto que puso fin al mandato de cuatro años que encabezó su antecesor Lenín Moreno, quien gobernó al país suramericano desde 2017.
Antes de asistir a la sede del Parlamento, el ahora mandatario ecuatoriano participa de una misa y ‘tedeum’ en la Catedral Metropolitana, en Quito.
A su toma de posesión asisten varios invitados internacionales, entre ellos el rey de España Felipe VI y los presidentes de Brasil, Jair Bolsonaro; de Chile, Sebastián Piñera; de Colombia, Iván Duque; de Haití, Jovenel Moise; de República Dominicana, Luis Abinader; de Honduras, Juan Orlando Hernández; y de Uruguay, Luis Lacalle Pou.
Lasso asume la Presidencia de un país que enfrenta serias dificultades. En principio, está la crisis sanitaria generada por pandemia del covid-19, que además de golpear a la ciudadanía y al sistema de salud, ha profundizado la crisis económica y social. Ecuador enfrenta también una importante deuda pública y un déficit fiscal significativo que se refleja en su contracción económica; situación que afecta los salarios, suma al creciente desempleo y choca con la presión que ejerce el Fondo Monetario Internacional.
Su llegada a la Presidencia
Lasso finalmente llegó a la Presidencia de Ecuador en la tercera vez que que se presentó a este cargo, luego de perder en 2013 contra Rafael Correa y en 2017 contra Moreno.
El nuevo mandatario ganó con el 52,36 % de los votos (4.656.426) en la segunda vuelta de las elecciones, que se celebró el 11 de abril. Su contrincante, Andrés Arauz consiguió 4.236.515 sufragios (47,64 %).
Durante su mandato, Lasso estará acompañado de Alfredo Borrero, quien resultó electo vicepresidente junto con él. Se trata de un médico neurocirujano, también de 65 años, hasta hace poco fue decano de la facultad de medicina de la Universidad de las Américas (UDLA), desde 2008; tiene un Diplomado en Administración de Salud por la Universidad de Harvard y fue director médico del Hospital Metropolitano de Quito entre 2005 y 2014, así como presidente de la Asociación de Hospitales y Clínicas Privadas del Ecuador (ACHPE) de 2007 a 2014.
El nuevo presidente gobernará con un Parlamento —instalado el 14 de mayo— donde su partido, el movimiento Creando Oportunidades (Creo), solo consiguió 12 de 137 curules y está dominado por sectores opositores. Sin embargo, en los primeros días de instalado el Congreso ha logrado alcanzar algunos acuerdos y conformar un bloque parlamentario, que fue denominado Bancada Acuerdo Nacional (BAN), en la que se incluyó a legisladores independientes.
Banquero y otros cargos en el Estado
Antes de embarcarse por la carrera presidencial, que se extendió por ocho años, Lasso fue presidente ejecutivo del Banco Guayaquil durante 18 años hasta 2012, institución en la que es uno de los principales accionistas.
También estuvo en la administración pública. Se desempeñó como gobernador de la provincia del Guayas durante un año, nombrado en 1998 por el presidente Jamil Mahuad, bajo cuyo periodo hubo el feriado bancario en el país; y también fue “superministro de Economía” de ese mismo gobierno.
En 2003, fue nombrado “embajador itinerante” de Ecuador durante la administración de Lucio Gutiérrez (destituido en 2005).
Lo que prometió durante la campaña
Durante su campaña electoral, el ahora presidente prometió vacunar a 9 millones de ecuatorianos contra el covid-19 en sus primeros 100 días de gobierno.
También dijo que elevaría el salario mínimo a 500 dólares, de los 400 que son actualmente.
Asimismo, señaló que haría:
- Delegar al sector privado la administración de los hospitales.
- “Reformas estructurales” al sistema de seguridad social del país, actualmente en manos del público Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS).
- Generar al menos 2 millones de puestos de trabajo.
- Un “modernización financiera”, con la que propone “fomentar la competencia, es decir, promover el arribo de la banca internacional al país”.
- Reducir el gasto público. actualidad.rt.com