Cada día, a las 9 de la mañana, un grupo de funcionarios del Gobierno local de Yakarta, la capital indonesia, marchan por las calles de la ciudad portando un ataúd cubierto de plástico, para concienciar a la ciudadanía del peligro del coronavirus, informa Reuters. También llevan trajes de protección como los usados por los servicios funerarios en los entierros de personas contagiadas. Las procesiones empezaron a finales de agosto y se prevé que duren unas dos semanas
Ricky Mulyana, que participa en la procesión, cuenta que la iniciativa forma parte del esfuerzo por contener los contagios en Indonesia, que registra el mayor número de muertes por el virus entre los países del sureste asiático.
“Es un trabajo agotador, porque la gente no entiende el peligro de la enfermedad de covid-19”, confiesa el funcionario. “Hasta ahora la gente aún no es consciente de que usar una mascarilla es muy importante”, añadió.
La procesión pasa por un área de la capital que tiene centros de negocios, así como por zonas residenciales de clase media y población más pobre. Algunos participantes portan carteles con información sobre medidas de protección durante la pandemia.
Los ciudadanos opinan que el espectáculo podría ser una medida eficaz. “Ahora la gente puede entender las consecuencias. Sin esta iniciativa siempre van a violar las reglas”, opina Masno, un residente capitalino de 74 años.
Según datos citados por la agencia, este sábado se superaron los 190.000 contagios por coronavirus en Indonesia, mientras se alcanzó la cifra de 7.900 muertes.