Productores valoran el diálogo con Agricultura, pero exigen aplicar reglas justas en la recepción del grano, precios equilibrados y apoyo a almacenamiento ante altos inventarios
Bartolo García
San Francisco de Macorís, R.D. – La Federación Nacional de Productores de Arroz (FENARROZ) respaldó los esfuerzos del Gobierno para estabilizar el sector, pero exhortó a que se cumplan de manera estricta los acuerdos alcanzados sobre la “tara”, precios justos y facilidades de almacenamiento, en un contexto de elevados inventarios.
El presidente de FENARROZ, Marcelo Reyes Jorge, destacó que la apertura al diálogo con el ministro de Agricultura, Limber Cruz, molineros y demás actores es positiva, aunque insistió en que la efectividad del proceso dependerá de la ejecución inmediata de lo pactado.
Reyes Jorge enfatizó que la correcta aplicación de la “tara” en los centros de acopio y factorías es esencial para evitar distorsiones que reduzcan el ingreso real del productor y erosionen la confianza en la cadena comercial.
“El sector arrastra grandes inventarios en factorías y teníamos trabas en la recepción; se acordó que la cosecha en pie será recibida sin obstáculos. Esa es la promesa de los industriales y del ministro, y esperamos su cumplimiento para la tranquilidad del campo”, afirmó.
El ministro Limber Cruz informó que el Gobierno trabaja en habilitar espacios adicionales de almacenamiento y en gestionar aperturas o ampliaciones de destinos de exportación como Cuba, Haití y otros mercados caribeños para aliviar la presión interna.
“El compromiso es avanzar hacia hambre cero, respaldando a nuestros productores y reforzando la seguridad alimentaria nacional”, sostuvo el funcionario durante el encuentro celebrado en la sede de FENARROZ.
La reunión buscó soluciones al excedente que supera los 7.6 millones de quintales disponibles antes de la próxima cosecha, procurando asegurar su recepción ordenada en molinos y factorías para evitar caídas bruscas de precios.
Para FENARROZ, además de soluciones puntuales, se requieren estrategias sostenibles de comercialización que preserven la rentabilidad y la dignidad del productor arrocero frente a ciclos de sobreproducción.
Reyes Jorge recalcó que el respeto uniforme de la “tara” en todos los puntos de recepción es una línea roja: cualquier práctica discrecional deteriora la equidad y castiga injustamente el esfuerzo del agricultor.
La “tara” —recordó— alude a las deducciones por humedad, impurezas o daño del grano que determinan el peso neto comercializable; una aplicación injusta reduce ingresos y desincentiva la inversión en buenas prácticas.
Se destacó que, con respaldo gubernamental, tecnología avanzada y semillas certificadas, el país se encamina en 2025 a una cosecha históricamente alta, con rendimientos estimados en 48 libras adicionales por tarea y un aumento acumulado de 1,400 quintales frente a años anteriores.
Esa mayor productividad, aunque positiva para la autosuficiencia, exige planificar almacenamiento, colocación externa y mecanismos de estabilización para evitar que la sobreoferta derive en pérdidas en finca.
En la mesa participaron representantes de la Asociación Dominicana de Factorías de Arroz (ADOFA), el director de la Unidad Ejecutora de Proyectos de Investigación (UEPI), Juan Tomás Camilo, y el director regional Nordeste de Agricultura, Frank Ventura, junto a otros actores clave.
FENARROZ concluyó reiterando que honrar los compromisos sobre tara, precios y logística será decisivo para convertir la abundancia productiva en bienestar rural y no en un ciclo de tensión e incertidumbre.
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