Fred Vasseur, CEO del equipo, confirma en una rueda de prensa, desde Maranello, que habrá sanción en parrilla
MARCO CANSECO
Jeddah (Arabia Saudí)
Charles Leclerc deberá cumplir este domingo la primera penalización de 2023, en la segunda carrera del Mundial de F1. Según ha confirmado el CEO del equipo, Fred Vasseur, en una comparecencia digital organizada por Ferrari, el monegasco cambiará su “control unit’ (o centralita), seguro”, ha dicho de forma lacónica sobre si habría o no penalizaciones en Arabia.
Leclerc cambió una centralita y una batería antes de la carrera del domingo en Bahréin, algo que, después de la avería en carrera, le dejó al borde de la sanción de unos elementos de los que sólo se permiten dos por temporada por cada monoplaza. “Tuvimos dos problemas. El domingo por la mañana, al arrancarlo; y por la tarde en la carrera. En ambos casos fue la centralita, no nos había sucedido antes”, dijo.
La penalización será por tanto (y de momento) de 10 posiciones para Leclerc en una parrilla en la que aspiraba a repetir la pole del año pasado y a dar batalla a los dos Red Bull en las largas rectas de este trazado urbano pero el mñas veloz de la historia entre muros, con zonas de más de 300 km/h. Era el momento de aquilatar el cambio de enfoque del SF23 para este año, en el que se ha primado la velocidad en recta y la salida para intentar competir en el terreno de Verstappen.
Se comentó que Ferrari podría salvar los elementos cambiados antes de la prueba de Sakhir, y evitar la penalización, pero ahora parece que, por precaución, se monta una tercera, para espantar la repetición de la avería en Jeddah, pues un segundo cero para Leclerc le dejaría muy castigado en sus opciones de aspirar al título Mundial, además de incidir en la imagen de poca fiabilidad de Ferrari, tras un aciago 2022 en ese sentido.
Se dice, que el problema viene por el exceso de vibraciones del SF-23, aunque esto es un rumor en el paddock y no algo confirmado oficialmente por la Scudería. En realidad, son elementos que casi nunca se rompen, ni siquiera el año pasado con el ‘porpoising’ masivo del año pasado, por lo que puede haber algún otro problema asociado, como el exceso de temperatura, o las señaladas vibraciones. La historia de las roturas sin fin para Ferrari.