Lamentan la pérdida de Francisco Rodríguez González, presidente de la Asociación de Ajedrez de la provincia María Trinidad Sánchez
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La Federación Dominicana de Ajedrez expresa su pesar por la partida de un ícono del ajedrez dominicano
La Federación Dominicana de Ajedrez lamenta profundamente el fallecimiento de Francisco Rodríguez González, conocido cariñosamente como Papayo, quien se desempeñaba como presidente de la Asociación de Ajedrez de la provincia María Trinidad Sánchez. Wily González, presidente de la FDA, destacó que el ajedrez dominicano pierde a uno de sus más preciados símbolos con la partida de Papayo.
Una vida dedicada al ajedrez en Nagua
Con más de 45 años dedicados a enseñar ajedrez en el municipio de Nagua, Papayo Rodríguez se convirtió en un icono del ajedrez dominicano. Recientemente, estuvo al frente de los seleccionados de la zona Norte en los Juegos Deportivos Nacionales Hermanas Mirabal, donde los equipos masculino y femenino lograron medallas de bronce.
Legado de campeones nacionales e internacionales
La partida de Papayo representa una lamentable pérdida para el deporte, ya que bajo su tutela surgieron decenas de campeones nacionales y representantes del país en competencias internacionales. Su legado perdurará en la memoria de todos aquellos que tuvieron el privilegio de recibir sus enseñanzas.
Consternación en la provincia María Trinidad Sánchez
El presidente de la Unión Deportiva provincial, el periodista Fidias Davíd Cuevas, resaltó la profunda consternación que ha causado la muerte de Francisco Rodríguez González en la provincia María Trinidad Sánchez. Papayo fue considerado un padre espiritual para cientos de ajedrecistas, quienes recibieron sus enseñanzas y experimentaron el éxito gracias a su dedicación al juego ciencia.
Últimos honores para Papayo Rodríguez
El cuerpo de Papayo está siendo velado en la funeraria Cristo Redentor de la ciudad de Nagua y recibirá sepultura cristiana en el cementerio viejo a las nueve de la mañana de este lunes 17 de diciembre. Su legado perdurará en la memoria de todos aquellos que tuvieron el privilegio de conocerlo y aprender de su pasión por el ajedrez.