Buenos Aires(EFE)– El diputado argentino Héctor Olivares, que fue víctima el jueves de un ataque a tiros en las inmediaciones del Congreso de su país, falleció este domingo tras no poder superar las graves heridas sufridas.
Como consecuencia del atentado ya había muerto su asesor Miguel Yadón, en el momento de producirse.
“Un gran dolor la muerte del diputado Olivares. Un fuerte abrazo a su familia, correligionarios y amigos”, escribió en Twitter el presidente provisional del Senado, Federico Pinedo, de la coalición oficialista Cambiemos, al igual que el legislador fallecido.
Fruto de la investigación de los hechos, la Policía detuvo a seis personas, entre ellas los dos presuntos atacantes que iban dentro del automóvil desde el que se efectuaron los disparos, que las autoridades atribuyen a razones puramente personales y no políticas.
El diputado fallecido, que tenía 61 años y representaba a la provincia de La Rioja, estaba ingresado desde el jueves en el Hospital Ramos Mejía de Buenos Aires.
El último parte médico, conocido el sábado, informaba de que fue operado y permanecía en estado crítico, debido principalmente a una “falla multiorgánica” que le afectaba al corazón, a un pulmón y a los riñones.
Según se vio en las imágenes de las cámaras de seguridad de la zona del Congreso, por donde Olivares caminaba junto a Ayadón poco antes de las siete de la mañana, dos personas los esperaban en un coche y una de ellas les disparó a ambos, lo que causó la muerte de Yadón e hirió de gravedad al diputado.
Tras varios registros y una rápida investigación, se lograron varias detenciones.
Los dos principales sospechosos, arrestados cuando trataban de fugarse, son Juan Jesús Fernández -conocido como “El Gitano- y su sobrino Juan José Navarro Cádiz -alias “El cebolla”-, detenido en Uruguay y a la espera de ser extraditado.
Fernández declaró el sábado y, según su abogado, Ramiro Rúa, quien disparó fue Navarro Cádiz.
La versión de “el Gitano” señala que él se encontraba bebiendo con amigos por la zona cuando se encontró con su sobrino, que estaba “muy violento” y en un momento salió del coche en el que ambos se encontraban y realizó los disparos “a cualquiera”.
“Dentro del auto estaba muy irascible Navarro Cádiz, estaba muy violento, había discutido con su esposa. Era una situación cotidiana. Él (Fernández) trató de calmarlo y de repente sacó el arma y disparó a cualquiera, fue a voleo, eso le hubiera podido tocar a cualquiera” aseguró Rúa.
Después de los disparos, Fernández “se asusta y se va”, añade su abogado.
El viernes, tras conocerse todas las detenciones -que incluyen presuntos cómplices de Fernández y Navarro- la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, valoró que “en muy pocas horas” se “resolvió” el caso, y dijo que los arrestados forman un “clan mafioso” que no dudó en matar a una persona por “asuntos de carácter personal, por códigos de sangre mal llamados códigos de honor”.
La muerte de Olivares, que tenía dos hijos, ha conmocionado el abanico político de Argentina, tanto del oficialismo como de la oposición.
“Lamento profundamente la muerte del diputado Olivares. Exigimos el total esclarecimiento de estos dos crímenes. Con respeto y con verdad, sin especulaciones políticas ni declaraciones desatinadas. Le envío mis sinceras condolencias a sus seres queridos”, señaló el diputado del peronismo kirchnerista Agustín Rossi.
La Unión Cívica Radical, partido de Olivares, advirtió de que exigirán “justicia y que los asesinos cumplan una condena efectiva”.
“Lamento profundamente la muerte del Diputado Héctor Olivares. Mis condolencias a sus familiares y amigos. Los asesinos y sus cómplices deberán pagar por estos crímenes”, afirmó la propia Bullrich.