Durante el Segundo Simposio de Inocuidad Alimentaria, realizado en INTEC, especialistas locales e internacionales alertaron sobre el aumento de estadísticas de personas afectadas por estas enfermedades y las medidas preventivas que debe tomar el país
SANTO DOMINGO.- Se prevé que “en los próximos 20 a 30 años las principales causas de muerte serán ocasionadas por enfermedades de transmisión alimentaria, con mayor énfasis en aquellas producidas por microorganismos resistentes a antimicrobianos”, así lo aseguró el docente e investigador del Instituto Tecnológico de Santo Domingo (INTEC), Luis Maroto, al participar en el Segundo Simposio de Inocuidad Alimentaria, que organiza la universidad.
Al exponer sobre el tema “Retos de la inocuidad alimentaria, más allá de las normas: la resistencia microbiana”, el también experto en temas de inocuidad alimentaria destacó que estas enfermedades afectan cada año a una de cada diez personas y provocan la pérdida de 33 millones de años de vida saludable.
Para el tratamiento de estas enfermedades en el país, Maroto consideró como un punto clave enfrentar los riesgos biológicos a partir de la investigación. De igual modo, insistió en la importancia del involucramiento del Estado en la implementación de medidas para educar al sector productivo del país. “El reto más grande de República Dominicana en cuanto a inocuidad es la educación”, afirmó.
El Segundo Simposio de Inocuidad Alimentaria fue organizado por el Área de Ciencias Básicas y Ambientales (INTEC) y el Ministerio de Educación Superior, Ciencia y Tecnología (MESCYT), con el objetivo de fomentar la generación de conocimiento y la aplicación de soluciones innovadoras en el campo de la seguridad y calidad de los alimentos. Contó con la participación de representantes de empresas del sector productivo, así como de instituciones estatales.
La actividad inició con la conferencia “Inocuidad alimentaria, la base para una nutrición sana”, impartida por la médico y docente en el INTEC, Gaudy Vidal Santana. Durante su intervención, afirmó que una de cada tres personas padece de algún signo de malnutrición, por lo que acceder a alimentos aptos para consumo debe considerarse parte de sus derechos humanos. “Hablamos de alimentos inocuos, pero hay poblaciones que necesitan primero tener acceso a ese alimento garantizado, para entonces nosotros poder hablar de inocuidad”.
El programa continuó con el tema de las normas internacionales de inocuidad, a cargo de Erin Crowley, directora científica de Q Laboratories, quien presentó las tendencias emergentes en microbiología y el papel del desarrollo de estándares en proporcionar soluciones.
Miguel Henríquez, especialista en Gestión de la Inocuidad y Calidad Alimentaria y docente de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM), presentó las normas nacionales de calidad y sanidad alimentaria, entre las cuales resaltó el sistema de Análisis de Peligros y Puntos Críticos de Control (HACCP), relacionado a la producción de alimentos inocuos. Entre las medidas correctivas, citó la norma ISO 22000, basada en Gestión de Inocuidad.
La actividad concluyó con la presentación de pósters de investigaciones realizadas por los estudiantes del INTEC, PUCMM y la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña (UNPHU) en temas de inocuidad alimentaria. la exposición de trabajos se realizó en el primer piso del edificio de ciencias de la salud del INTEC.
Entre los temas de las investigaciones de los estudiantes se encuentran el aislamiento de bacterias patógenas al hombre en hortalizas cultivadas en Constanza y Ocoa; Microbioma de las carnes porcinas y avícolas en la República Dominicana; Calidad e inocuidad alimentaria en productos pesqueros (pesca pelágica) de zonas del mar caribe del país y el perfil microbiológico de alimentos preparados en puestos callejeros de Santiago en el periodo de enero-marzo 2023.