La microbióloga Primrose Freestone, de la Universidad de Leicester, advirtió que no cambiarse los calcetines a diario no solo intensifica el mal olor en los pies, sino que también puede suponer riesgos para la salud.
La experta explicó que usar medias durante períodos prolongados favorece la acumulación de millones de bacterias y hongos, algunos de los cuales pueden desencadenar infecciones cutáneas, intestinales e incluso respiratorias.
En un artículo publicado en The Conversation y citado por Daily Mail, Freestone señaló que los pies albergan una de las comunidades microbianas más variadas del cuerpo humano, especialmente en los espacios cálidos y húmedos entre los dedos. En esas zonas prosperan microorganismos que se alimentan del sudor y de las células muertas de la piel, generando compuestos responsables del olor desagradable característico.
Estudios citados por la especialista indican que un solo par de calcetines usados puede contener entre ocho y nueve millones de bacterias, una cantidad muy superior a la presente en otras prendas. Además, se han detectado hongos potencialmente peligrosos como Aspergillus, Candida y Cryptococcus, capaces de provocar infecciones graves en personas con defensas bajas.
Freestone advirtió que estos microbios no se quedan únicamente en los pies, sino que pueden transferirse a los zapatos, la ropa de cama, el suelo y otras superficies del hogar, facilitando la propagación de afecciones como el pie de atleta. También explicó que ciertas bacterias del microbioma del pie producen olores intensos similares a los de la cebolla, el queso o la cabra al metabolizar el sudor retenido en los calcetines.
Como medida preventiva, la microbióloga recomendó cambiarse las medias todos los días, lavarlas correctamente, evitar calzado que provoque sudoración excesiva y lavar los pies al menos dos veces al día, con el fin de reducir la proliferación de microorganismos y prevenir problemas de salud.

