La Alianza Dominicana Antitabaco (ADAT), dio a conocer el pasado martes la presentación de un proyecto en el que se reflejan los resultados de una encuesta nacional en la que se evaluó el cumplimiento de las normativas de control de consumo de tabaco en República Dominicana y brindó orientación a los profesionales de la salud sobre las técnicas de cesación tabáquica.
Este proyecto es de la autoría del Dr. Samuel Ramos y el Dr. Anthony Gutiérrez, quienes fungen como Coordinador de la ADAT e investigador asociado de ADAT, respectivamente, deja en evidencia que los gobiernos no están interesados en aplicar lo que ya se ha aprobado en el Congreso Nacional para proteger a la población vulnerable de las consecuencias negativas del tabaco.
En la transmisión que se desarrolló a través de la plataforma digital de Youtube de FUNDO, el Dr. Samuel Ramos, enfatizó que la mortalidad atribuible al consumo de tabaco en República Dominicana para el año 2019 fue de 8,202 personas, constituyendo el sexto factor de riesgo de muerte y años de vida ajustados por discapacidad.
De manera general, según los resultados del estudio, la mayor parte de la población encuestada entiende que no se está cumpliendo completamente con las normativas y/o leyes postuladas para la prevención y control de consumo de tabaco en el país. El 55.6% de los participantes dieron una respuesta negativa sobre el cumplimiento de esta, específicamente el 33.6% mencionó estar totalmente en desacuerdo, seguido de un 22% que aclaró estar en desacuerdo con el cumplimiento de estas normativas.
Así mismo, un alto porcentaje de los médicos en la otra encuesta respondió que no existen herramientas disponibles para la cesación del consumo de tabaco (78.4%), dando a entender la necesidad de clínicas y/o instituciones especializadas en la cesación de tabaco, mostrando su disposición de referir a sus pacientes fumadores a estos centros, al igual que su interés en recibir entrenamiento para conocer y manejar las estrategias que conlleve a la cesación de esta práctica.
Un 30.2% contestó que la ley 48-00 la cual prohíbe fumar en lugares cerrados bajo techo, nunca se cumple. Al preguntar específicamente, por el uso de hookah en los lugares cerrados, el porcentaje fue aún más alto con un 54% de los participantes, los cuales entiende que la prohibición de esto no se aplica.
En cuanto a la parte publicitaria, en nuestra encuesta se cuestionó sobre la existencia de la promoción de tabaco en el horario de 6:00 AM a 9:00 PM y la mayoría de los participantes (33.6%) afirmaban totalmente la existencia de esta. De igual modo preguntamos sobre este tipo de publicidad y su prohibición en lugares destinados a menores de 18 años, en la cual el mayor porcentaje (31%) aclaró que esto no se cumple, seguido de un 21.4%, los cuales piensan que casi nunca se cumple.
En relación con el conocimiento de estrategias antitabaco por parte los médicos, se evidenció la necesidad de cursos o la capacitación de estos sobre este tema, además del requerimiento de espacios especializados para la cesación del consumo de tabaco con el fin de prevenir principalmente enfermedades crónicas y mejorar la salud de los dominicanos, ya que la cesación de tabaco y otros derivados no solo reduce el riesgo de efectos adversos en la salud sino también reduce la carga económica que estos efectos en la salud conlleva tanto para el paciente como para el sistema de salud nacional.
Ante esta problemática de trascendencia mundial de la que República Dominicana no queda ajena, el equipo de la ADAT, solicita al Estado mejorar las políticas de implementación, vigilancia y consecuencias de las leyes y normativas en control del consumo de tabaco.
Estimular a la sociedad civil para que se mantenga vigilante del cumplimento de las responsabilidades de las autoridades, tanto del Ministerio de Salud Pública como de la Procuraduría General de la República en materia de control del consumo de tabaco.
Iniciar, a la mayor brevedad posible, un programa de entrenamiento en técnicas de cesación tabáquica.
Una vez capacitados el personal necesario, disponer de los demás recursos para la creación de clínicas de cesación tabáquica en el sector público, a nivel nacional.
Reclutar y capacitar a médicos del sector privado para que, sea a nivel institucional o a título personal, inicien programas de cesación tabáquica en todas las provincias.
Y finalmente, que el país solicite la adherencia al Convenio Marco de la OMS para el Control del Tabaco, lo que permitirá un mayor compromiso como Estado y mayor apoyo internacional en la elaboración, implementación, seguimiento y vigilancia de las políticas públicas en control de tabaco.