Como “un menú muy rico y saludable” definieron las estudiantes Abigail Almonte, Keiraly Lantigua y María Fernández el almuerzo servido en la escuela Maximiliano Estrella, al igual que en todos los centros de jornada escolar extendida, luego que el Ministerio de Educación y el Instituto Nacional de Bienestar Estudiantil (Inabie), hicieran formal apertura de la alimentación cocida como parte de los programas que contempla el modelo Educación para Vivir Mejor.
Al igual que los estudiantes, las autoridades de la Regional 08 del Minerd resaltan que la apertura del almuerzo escolar llenó de regocijo la comunidad educativa, permitiendo el cumplimiento de jornadas educativas de 8 horas.
El director del Distrito Educativo 08-03, Pedro Pablo Marte, en visita a la Escuela Maximiliano Estrella, en la comunidad Colorado, dijo que se trató de un proceso organizado, bajo el cumplimiento de todas las normas de higiene y calidad, así como las medidas de distanciamiento social, tal como lo estipula el Ministerio de Salud y el propio Minerd.
“Evaluamos todo el protocolo y podemos hablar de un proceso interesante en el que los mismos niños cumplieron a cabalidad las recomendaciones para servir los alimentos e ingerirlos sin romper los lineamientos establecidos”, añadió.
Marte dijo sentirse emocionado por la forma en que se desarrolló el proceso a través del cual fueron servidas 615 raciones alimenticias para estudiantes y personal del centro, lo que significa que los centros educativos y suplidores “pasaron la prueba”.
La directora del centro educativo, Ruth Esther Martínez dijo estar satisfecha con el servicio de los suplidores quienes acataron a cabalidad los requerimientos del Inabie, entregando al centro el menú y la cantidad acordada para alimentar a los cientos de estudiantes que diariamente asisten al centro educativo para recibir el pan de la enseñanza y los alimentos necesarios que les permitan un mejor aprendizaje.
“Llegaron a tiempo y los niños y empleados la encontraron muy buena”, señaló la directora, al tiempo que aseguró que el comité de recepción de alimentos, tal como lo establece el protocolo del Inabie, ingirió los mismos minutos antes que los alumnos para comprobar la calidad y garantizar que no provoque algún síntoma adverso.
En tanto que Ktherine Díaz, suplidora del almuerzo para ese centro educativo, la experiencia fue positiva debido a que los estudiantes disfrutaron del almuerzo y pudieron cumplir con todos los requerimientos. El almuerzo consistió en un moro de habichuelas, fajitas res y tomates.
Díaz narró que a pesar del gran esfuerzo que implica alimentar a cientos de niños, el mayor desafío fue llegar a tiempo al referido centro con alimentos bien preparados y transportado adecuadamente.
Señaló que las exigencias de las autoridades se centran sobre todo en la higiene durante todo el proceso.