Siempre debes acudir al médico, al menos una o dos veces al año, para hacer un chequeo general. Sin embargo, hay señales que te da tu cuerpo a las que puedes prestar atención y que pueden motivar otras consultas. Aquí hablamos del color de tu orina. ¡Mira!
Color ámbar: no tienes que preocuparte, a menos que sientas ardor. El color debe ser de transparente a amarillo claro. Si es ámbar debés tomar más agua.
Color café: alerta de problemas. Indica una deshidratación avanzada o una enfermedad hepática. Con tu médico deberás listar otros síntomas y hacer diferentes estudios.
Rosado o rojo: indica presencia de sangre. Puede significar una lesión o una enfermedad particular en la uretra, o en la próstata en caso de los pacientes masculinos. En las mujeres, puede ser normal en los días cercanos o posteriores al período.
Color verde: es extremadamente raro, pero posible y es un indicador recurrente cuando se habla de enfermedades de trasmisión sexual como gonorrea o clamidia. También puede volverse de este tono si tuviste una infección urinaria que nunca se atendió o diagnosticó bien.