Bartolo García
Solo una mínima fracción de los hombres casados en República Dominicana ha optado por la vasectomía como método anticonceptivo permanente, en contraste con un alto porcentaje de mujeres que han recurrido a la ligadura de trompas. Esta marcada diferencia fue revelada durante una clase impartida por la doctora Lilliam Fondeur en el Diplomado en Perspectiva de Igualdad de Género y Política Social.
La ginecóloga, en su participación, compartió que apenas el 0.2% de los hombres casados han elegido la vasectomía como forma de planificación familiar, mientras que un 2.6% utiliza preservativos de manera regular. En cambio, el 41% de las mujeres casadas han optado por la esterilización quirúrgica como medida permanente.
Los datos citados por Fondeur provienen de la Encuesta Demográfica de Salud (ENDESA) realizada en el año 2013, y aunque podrían haber cambiado levemente, reflejan una tendencia preocupante en términos de equidad y corresponsabilidad en las decisiones reproductivas de las parejas.
La ligadura de trompas, explicó la especialista, es una cirugía irreversible que puede traer consigo efectos secundarios físicos y emocionales como alteraciones en el sangrado menstrual, dolor, disminución del deseo sexual e incluso afectaciones en la autoestima.
En contraste, la vasectomía es una cirugía ambulatoria de corta duración —entre 15 y 20 minutos— que consiste en cortar los conductos deferentes, impidiendo así el paso de los espermatozoides. La doctora Fondeur indicó que esta técnica no afecta ni la potencia sexual ni la virilidad del hombre.
El costo para realizar una vasectomía sin bisturí en centros como Profamilia ronda los RD$1,900, y puede ser incluso más económico si el paciente cuenta con seguro médico. Esta facilidad económica no se traduce, sin embargo, en una mayor demanda del procedimiento por parte de los hombres.
Entre 2019 y 2023, las clínicas de Profamilia realizaron poco más de 200 vasectomías utilizando esta técnica, una cifra modesta en relación con la cantidad de mujeres que se someten a ligaduras de trompas cada año en el país.
Durante la clase, la doctora insistió en que los métodos anticonceptivos definitivos, como la vasectomía y la ligadura de trompas, tienen una efectividad del 99%, siendo opciones seguras cuando las personas ya no desean tener hijos.
También aclaró que los métodos hormonales como las pastillas, implantes, inyecciones o el anillo vaginal, así como los métodos no hormonales como el DIU, presentan altos niveles de eficacia. En cambio, los métodos de barrera como el condón tienen una efectividad de entre 85% y 98%, dependiendo del uso correcto y constante.
Fondeur destacó que existen barreras estructurales y culturales que dificultan el acceso igualitario a métodos anticonceptivos e información sexual. La falta de educación integral, el estigma y la desinformación siguen siendo obstáculos para avanzar en materia de salud sexual y reproductiva.
Como solución, propuso impulsar una educación sexual integral desde edades tempranas, acompañada de innovación tecnológica y colaboración con organismos internacionales para mejorar el acceso a información y servicios.
El diplomado donde se ofrecieron estas informaciones es impartido por el Centro de Estudios de Género (CEG) del Instituto Tecnológico de Santo Domingo (INTEC), con apoyo del Ministerio de la Mujer y el Gabinete de Política Social.
Esta iniciativa forma parte del proyecto Reforzamiento de los Sistemas de Salud y Protección Social, financiado por la Unión Europea mediante fondos delegados a la Agencia Francesa de Desarrollo y gestionado por Expertise France.
Un total de 51 mujeres técnicas y funcionarias de diferentes entidades participan en el programa, lo que muestra el interés institucional en promover una mirada más justa y equitativa en el ámbito de la política social y la planificación familiar.
El CEG del INTEC continúa ofreciendo programas de formación en equidad de género, asesorando y acompañando a organismos estatales para el diseño de políticas que garanticen derechos reproductivos y decisiones compartidas en el hogar dominicano.
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