Miguel Cruz Tejada
NUEVA YORK._ En medio de gritos de monstruo y demonio de parte de familiares, vecinos y amigos de las víctimas, William Rodríguez acusado de asesinar a la madre e hija dominicanas Ana María Martínez y Sergia Acosta en Massachusetts el 24 de agosto fue procesado el viernes en el tribunal del distrito de Worcester y enfrenta cadena perpetua de ser hallado culpable.
El proceso judicial se llevó a cabo mientras se desarrollaba el funeral de las víctimas.
Rodríguez, a quien la familia, la policía y los fiscales acusan de los asesinatos de las dominicanas en el apartamento de la madre, Acosta, de 78 años el sábado de la semana anterior, se declaró no culpable y fue dejado preso sin derecho a fianza.
El imputado que huyó de la escena luego de apuñalar múltiples veces a la madre y la hija, celoso de que la segunda tenía otro novio, fue capturado en Nueva York por oficiales de varias agencias de la ley que lo buscaban activamente y entregado a la justicia de Massachusetts.
Rodríguez que hacía cinco años había salido de la cárcel por el asesinato de su esposa hace 20 años, tenía una relación con Martínez con la que discutió y cuando la madre intervino para tratar de evitar que matara a su hija, las apuñalo mortalmente a las dos.
Originalmente fue clasificado como persona de interés en la investigación de lo homicidios.
La policía arribó al apartamento donde la madre y la hija fueron encontradas el 24 de agosto con puñaladas y heridas mortales después que un familiar de las víctimas llamó al 911 para pedir un chequeo de bienestar en al apartamento.
“Las mujeres que cometen errores recibirán lo que viene”, dice una nota que dejó Rodríguez en el apartamento y que es parte de las evidencias en su contra que tiene la fiscalía de Worcester.
“Él es un monstruo, un demonio”, gritó Génesis Berrios, nieta y sobrina de las víctimas luego de salir de la audiencia en la corte.
Un fiscal adjunto le dijo al juez que las imágenes de vigilancia muestran a Rodríguez entrando y saliendo del apartamento situado en las torres de viviendas “Webster Square Towers” donde residía Acosta que era visitada diariamente por su hija que la cuidaba y fueron asesinadas allí.
Rodríguez fue la última persona en entrar al apartamento hasta que vecinos llamaron al 911 a las 1:08 de la tarde de ese día.
La oficina del médico forense dictaminó que las dominicanas murieron asesinadas a puñaladas.
Se confirmó que Rodríguez, sostuvo una relación sentimental con Martínez.
“Eran amigos, y parece que él quería algo más que eso y mi tía le dijo que no cuando supo quién era él de verdad, y eso fue lo que a él lo puso mal”, dijo la nieta y sobrina de las muertas.
Los familiares de las víctimas dijeron que desconocían que Rodríguez fue condenado por matar a su esposa en 2004 y puesto en libertad condicional en 2019.
Las víctimas conocieron al sospechoso en la iglesia.
Rodríguez fue programado por la corte para regresar al tribunal el 10 de octubre.
