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Sé que mis 9 o 10 lectores esperan que eche pestes sobre la comisión que designó el presidente para la transformación policial, luego de que dos agentes acribillaran a una pareja de esposos por una pasola. Pero no, el objeto de este artículo no es atacar a los miembros de dicha comisión, muchos de ellos tuiteros muy notables.
Hay de todo en esa comisión, casi las 21 caras son conocidas, de ahí que el acto de juramentación pareciera más la fase eliminatoria de un reality show celebrity edition.

Altice

Algunos ya son diestros en ser comisionados y han participado en varias comisiones en el pasado que, al igual que todas las comisiones que me llegan a la memoria, no han producido ningún resultado, pero han abierto una gran ventana para el enriquecimiento ilícito.

Hay otros que se estrenan por todo lo alto como comisionados. Para algunos de ellos, esta comisión puede ser un trampolín para cosas maravillosas, no necesariamente la transformación de la policía. No quiero decir que vayan a corromperse o algo por el estilo. No me imagino a Ricardo Nieves aceptando un soborno. Tiene un concepto demasiado alto de sí mismo y es demasiado nerd. Lo que sí me resulta evidente es que formar parte de una comisión de tanta importancia les abrirá jugosas oportunidades de empleo. Por tal razón vemos que familiares y amigos los felicitan públicamente de manera efusiva, siendo inconsecuentes con el hecho de que los comisionados capitanearán un barco semihundido y no es de picnic que van.

En otras palabras, les dicen:

—¡Sabía que te ibas a dar grande! mírate ahora, hecho todo un miembro de una comisión.

Más que la transformación de la Policía Nacional me causa curiosidad la transformación que sufrirán los integrantes de la comisión en sus programas de radio y televisión. ¿Seguirá transmitiéndose el Café con Nieves? ¿Comprometerá esta designación la prestigiosa independencia de pensamiento de la que goza Ricardo Nieves? ¿Se le subirá la designación a la cabeza al doctor Héctor Guerrero Heredia y recrudecerá sus maltratos al pobre Eladio? Carolina Santana, ¿por fin me interesará?

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Llama la atención la elección de los miembros. Pareciera que rigió un criterio de popularidad. Porque, siendo honestos: ¿qué pinta un periodista en una comisión de transformación policial? ¿le enseñará a los agentes como redactar un lead? ¿Qué busca un sacerdote ahí, les practicará un exorcismo? ¿Qué hace ahí un empresario? Según tengo entendido un empresario hace negocios y solo lo mueve el afán de lucro, prejuicios míos…

De todas formas, da igual a quien pongan. Pueden colocar a un premio Nobel y no se sacará nada de esa comisión porque se está abordando el asunto desde un punto de vista erróneo. Como siempre, se busca que los más débiles carguen con la culpa de los más fuertes

En el decreto en que se designó a los comisionados ya se nota ese sesgo clasista. Uno de los objetivos de la comisión es el siguiente: ¨Sugerir las características deseables en el perfil de los nuevos miembros de la Policía Nacional¨.
Más adelante dice que se busca ¨lograr una cultura policial basada en el servicio a la ciudadanía, en la ética y en la protección de los derechos humanos¨.

¡Ya comprendo el problema! Lo que pasa es que los policías son indeseables y antiéticos. ¡Vamos a enseñarles a esos perros ineducados como se debe tratar a la ciudadanía! ¡Hablémosles de ética, démosles Kant por un tubo y siete llaves! Solo así kant-biarán.

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Me parece una visión muy superficial. No creo que se trate de un asunto cultural, sino de un asunto material. Estoy seguro de que los comportamientos incorrectos disminuirían notablemente si, tal y como prometió el presidente en campaña (no todos somos amnésicos), se les pagara un salario digno. El primer paso para mejorar la policía es mediante salarios dignos. No aumenticos escalonados. Cuando un tutumpote se aumenta el salario este no sube por las escaleras, toma un ascensor.

Hablo de un aumento sustancial, ¿que no hay dinero? para otras cosas menos importantes sí hay: para pagar sueldos de lujo a burócratas vagos, a legisladores charlatanes, a comisionados honoríficos. Lo sorprendente es que, siendo tan mal pagados, los policías cometan menos crímenes que burócratas, legisladores y comisionados honoríficos.

Y no me hagan hablar del dineral que se destina a los partidos políticos para que no me dé una embolia.

Los comportamientos incorrectos a los que me referí anteriormente son los picoteos y chantajes en los que incurren los agentes para ganarse un dinerito extra. No me refería a asesinatos.

La masacre a la pareja de esposos no se debió a una falta de protocolo y mucho menos fue debido a una pasola. Ese es un cuento que ni el más tonto se cree. Hay alguien detrás de ese crimen, alguien de alto rango en la institución… alguien a quien se quiere proteger reduciendo todo a un tema de moral y cívica.

Mientras no se enfrente con valentía y responsabilidad a esos carteles que se han formado en la policía, mientras no se dignifiquen los salarios de los agentes, no habrá comisión que valga ni transformación policial posible…

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