La gobernadora de este estado, Kathy Hochul, adoptó la disposición de eliminar el uso obligatorio de las máscaras contra el Covid-19- a partir de este jueves para algunos lugares y para otros no.
Levantó el mandato obligatorio que se requería a los neoyorkinos llevar mascarillas para entrar a restaurantes, tiendas, gimnasios, bodegas, cine, y de mostrar evidencia de vacunación.
Sin embargo, advirtió que el uso de tapabocas continuará siendo exigido en hospitales, hogares de ancianos, refugios de desamparados, cárceles, al igual que en los sistemas de transporte como el Subway, los trenes intermunicipales y los autobuses.
Estas medidas obedecen a un mejor panorama en la lucha contra el Covid-19, pues los contagios se han reducido en 93% en las últimas semanas. El mes pasado los casos positivos llegaron a 90,000 en un solo día, tras la oleada de la variante ómicron, y actualmente son unos 6,000, con un nivel de positividad de apenas el 3%, precisó.
Añadió: “Esta pandemia no ha terminado. No se ha ido, no nos vamos a rendir, quiero que la gente esté segura, por eso debemos mantener protecciones para la población más vulnerable en áreas de concentración. Esto no es desarmarnos, pero los pronósticos son muy positivos”, advirtió Hochul.
Por su parte, el alcalde Eric Adams indicó que dejará la decisión en libertad de los negocios, aunque la Ciudad continúa recomendando que además de vacunarse y ponerse las dosis de refuerzo, los neoyorquinos usen máscaras en lugares cerrados para mantenerse seguros.
La Administración Adams recordó que siguen en pie varios mandatos de vacunación “para proteger aún más a los neoyorquinos”, incluido el programa ‘Key2NYC’ (que exige a negocios que clientes muestren prueba de vacuna), y mandatos que cubren los lugares de trabajo del sector privado, así como a los trabajadores de NYC y de cuidado infantil.
De hecho, este viernes vence el plazo para que unos 4,000 trabajadores municipales que aún no se han vacunado lo hagan o no podrán volver a sus trabajos.
Por Ramón Mercedes