Es evidente que las cuatro primeras son razonables, ¿no? Las persianas tienen que estar subidas para que podamos ver si hay una emergencia, como un incendio. Las mesas retráctiles deben estar plegadas y los asientos en posición vertical para que podamos salir rápidamente del asiento en caso de necesidad.
Los ordenadores portátiles podrían convertirse en proyectiles en caso de emergencia, ya que los bolsillos de los respaldos de los asientos no son lo suficientemente resistentes para contenerlos.
En cuanto a los teléfonos celulares, tienen que estar en modo avión para que no puedan causar interferencias con los aparatos de vuelo, ¿verdad? Bueno, todo depende de a quién preguntemos.
2.200 millones de pasajeros
La Comisión Federal de Comunicaciones de EE.UU. decidió crear frecuencias diferenciadas para los diferentes usos -telefonía móvil, navegación y comunicaciones de los aviones- para que no interfirieran entre sí. Gobiernos de todo el mundo desarrollaron las mismas estrategias y políticas para evitar las interferencias. En la Unión Europea, los dispositivos electrónicos activados están permitidos desde 2014.
Entonces, con estas normas mundiales en vigor, ¿por qué la industria de la aviación ha seguido prohibiendo el uso de los teléfonos móviles? Uno de los problemas radica en algo que quizá no se espera: las interferencias terrestres.
Las redes inalámbricas están conectadas por una serie de torres que podrían sobrecargarse si los pasajeros que vuelan sobre estas redes utilizan a la vez sus teléfonos. El número de pasajeros que volaron en 2021 fue de más de 2.200 millones (la mitad de pasajeros que en 2019).
Por otro lado, en los últimos años se ha pasado a un nuevo estándar de comunicación inalámbrica. Las actuales redes 5G -deseables por su mayor velocidad de transferencia de datos- han causado preocupación en la industria de la aviación.
El ancho de banda de las radiofrecuencias es limitado y, sin embargo, se sigue intentando añadir más dispositivos. La industria aeronáutica señala que el espectro de ancho de banda de la red inalámbrica 5G está notablemente cerca del espectro de ancho de banda reservado para la aviación, lo que podría causar interferencias con los sistemas de navegación que ayudan al aterrizaje del avión.
Los operadores aeroportuarios de Australia y Estados Unidos han expresado su preocupación por la seguridad de la aviación en relación con el despliegue del 5G, aunque parece que en la Unión Europea se ha puesto en marcha sin problemas. En cualquier caso, parece prudente limitar el uso del teléfono móvil en los aviones mientras se aclaran los problemas relacionados con el 5G.