Estudios científicos de Canadá y Estados Unidos demostraron que ser optimista en cuanto a la posibilidad de tener una vida sexual plena en la edad adulta redunda en una mejor experiencia. Dos expertos dieron las claves para lograrlo
Como recomiendan los expertos para todos los ámbitos de la vida, tener una visión positiva mejora el estado de ánimo y favorece la salud. En el sexo, ocurre lo mismo. Así lo demostraron dos estudios realizados por académicos de Canadá y Estados Unidos. Por su parte, dos expertos dieron su visión al respecto y algunas recomendaciones para preservar una sexualidad plena con el paso de los años.
Para una de las investigaciones, se consultó a personas de mediana edad acerca de sus expectativas en torno de su vida sexual dentro de una década y luego se analizó las respuestas trascurrido ese tiempo. “Las expectativas en una variedad de dominios de la vida parecen dar forma al proceso de envejecimiento, dando peso al papel de las profecías autocumplidas en la vida posterior. La sexualidad es un área donde el poder de las expectativas no se comprende bien. Investigamos si las expectativas sexuales a 10 años estaban asociadas con la satisfacción sexual y la frecuencia sexual una década después entre adultos mayores heterosexuales en pareja. Además, examinamos si las expectativas sexuales podrían compensar el impacto de restricción sexual del inicio de la limitación funcional”, así explicaron su trabajo el doctor en sociología Markus H Schafer y la profesora asistente de esa misma área Laura Upenieks, de la Universidad de Toronto.
El estudio que publicado por primera vez en 2022 y difundido nuevamente por la revista The Gerontologist el mes pasado y analiza qué tan bien las expectativas sexuales coinciden con la realidad a lo largo del tiempo. Los expertos analizaron datos de MIDUS, la encuesta nacional sobre el desarrollo de la mediana edad en Estados Unidos, en la que se pidió a cientos de aultos con pareja de 45 años o más que calificaran qué tan satisfactorias esperaban que fuera su vida sexual dentro de 10 años. Luego, los investigadores se comunicaron con los participantes una década después.
Una vez más, como en otros ámbitos de la vida, los especialistas demostraron el poder del pensamiento positivo. Así, los encuestados que fueron optimistas sobre su vida sexual informaron 10 años más tarde tener sexo significativamente más frecuente y más satisfactorio que aquellos que tenían expectativas más bajas.
Incluso, las personas “sexualmente optimistas” que durante los 10 años transcurridos contageron limitaciones físicas que, por ejemplo, les impedía hacer ejercicio o levantar pesos normales sin sentir dolor, dijeron tener relaciones sexuales con más frecuencia que las personas que tenían expectativas sexuales más bajas y no tenían tales limitaciones.
Otro estudio científico, publicado también en The Gerontologist, respaldó el mismo planteo: las personas que tienen una perspectiva positiva sobre la longevidad pueden gozar con total plenitud de la intimidad física. Hanamori Skoblow, una de las autoras, dijo que “las percepciones negativas del envejecimiento están vinculadas a una mayor probabilidad de deterioro cognitivo, mayor probabilidad de enfermedad cardiovascular e incluso una esperanza de vida más corta”.
Para llegar a estos resultados, los científicos analizaron una base de datos de más de 1.100 parejas mayores de 50 años que habían completado un cuestionario. Allí, había preguntas sobre percepciones sociales y sexualidad. “Pudimos encontrar que los participantes con una percepción más positiva del envejecimiento también tenían relaciones sexuales con más frecuencia y una mayor satisfacción. A su vez, vimos que esta relación es sólida tanto con hombres como con mujeres”, dijo Skoblow.
Walter Ghedin, médico psiquiatra y sexólogo (MN 74794), había dicho a Infobae al publicarse este último trabajo: “Hay que derribar el mito de que la vida sexual se termina cuando uno entra en la longevidad o en la madurez. En realidad, no es así. Si no hay una patología física que pueda comprometer los vasos sanguíneos dificultando la erección o el orgasmo, o una enfermedad neurológica, diabetes o problemas psiquiátricos, la persona puede mantener sus funciones sexuales en un estado realmente satisfactorio. Esto puede darse tanto en una conducta autoerótica como estando con la pareja o con otras personas”.
Por su parte, la terapeuta especializada en sexualidad de adultos mayores de Ontario, Canadá, Natalie Wilton, dijo que, contrariamente a lo que se podría pensar, es sorprendente que las personas se sientan pesimistas sobre el sexo a medida que envejecen. “Como sociedad, aceptamos muchos de esos tropos y estereotipos realmente peligrosos, que hacen que sea muy difícil que los adultos mayores se sientan abiertos a hablar sobre sexo. Como el estereotipo del viejo verde, o la mujer como un puma [NdeR: del argot inglés para definir a las mujeres que buscan una pareja más joven] o incluso la infantilización. Vemos a dos adultos mayores y decimos, ‘¡oh, qué lindo! Están tomados de la mano’. O cuando hacen algo relacionado con el sexo, decimos, ‘¡oh, eso es raro!’“.
De acuerdo al planteo de Ghedin, “cuando una persona mayor está atravesada por la creencia de que se apaga la sexualidad, posiblemente inhiba su función sexual”. Entonces, en estos casos, “no solo hay cuestiones biológicas sino también sociales, psicológicas y culturales”.
Para la especialista canadiense, este tipo de pensamiento muy arraigado en las sociedades desalientan a los mayores a hablar sobre sexualidad de forma saludable y puede generar que se inhiban cuando necesitan adaptar su actitud en la cama siguiendo los cambios normales de sus cuerpos y mantener una vida sexual plena. “Siempre me resulta curioso cómo la gente se sorprende al hablar sobre sexo y adultos mayores, como si siempre fuera una gran revelación. Si algo fuera realmente bueno en este momento, ¿por qué querrías que se detuviera?”, dijo a NPR. De esta forma, concluyó que, con algunos cambios no hay ninguna razón para dejar de lado la satisfacción sexual con el paso de los años.
Los siguientes son 6 consejos de estos especialistas para seguir manteniendo una vida sexual satisfactoria:
1- Tomarse más tiempo
La experta recomendó dedicar más tiempo a prepararse para un encuentro sexual porque, a medida que se envejece, el ciclo de respuesta, el tiempo que lleva excitarse antes y entre la actividad sexual, se vuelve más lento. Especialmente las mujeres pueden necesitar un contacto físico previo durante más tiempo porque suelen sentir que sus mentes están ahí, pero sus cuerpos aún no lo están. Wilton mencionó, además, a las personas que tienen síntomas de determinadas enfermedades que empeoran durante la noche, por lo que será mejor dedicar tiempo al sexo en la mañana o la tarde.
Ghedin describió el denominado proceso refractario: “Tiene que ver con lo que le sucede a los hombres luego de la eyaculación. A lo largo de la vida, este período se va prolongando, entonces los mayores de edad quedan más cansados después del sexo y su libido (el deseo) se vuelve a estimular recién después de unos días. Esto lleva a tener encuentros sexuales con menos frecuencia que los jóvenes, que se estimulan en cuestión de minutos. Sin embargo, esto no quiere decir que no se disfrute el sexo en la vejez. Todo lo contrario”.
2- Equipar la cama
“La movilidad es un gran problema”, cuando se trata de tener sexo cómodo, explicó Wilton, pero las personas mayores tienen opciones y recomendó accesorios que pueden ayudar a ponerse en una posición sin dolor. Aseguró que existen bancos, almohadas de goma espuma con forma de cuña o simplemente, dijo, se pueden acomodar las almohadas comunes de manera adecuada. Incluso el simple cambio de posición puede ayudar, aseguró.
3- Juguetes sexuales
A veces, el buen sexo se reduce a planificar con anticipación. Asegurarse de tener los elementos necesarios, dijo Wilton. “Algo como el lubricante es excelente para las mujeres a medida que envejecen”, aseguró. También recomendó los juguetes. “Es una gran experiencia entrar en un sex shop, pero es genial que podamos conectarnos en línea y buscar cosas porque tal vez no nos sentimos cómodos o incluso si vivimos en un pequeño pueblo y no tenemos acceso a ese tipo de cosas”, dijo.
En cuanto a las mujeres, Ghedin indicó que la menopausia no siempre implica “tener sequedad vaginal: algunas sí tienen por la disminución de hormonas, pero otras no presentan este cuadro. Son cambios fisiológicos que se ven con la edad, pero afortunadamente hay alternativas y claves para mejorar esa función sexual, una de ellas es el lubricante”.
4- Abrirse a nuevas formas de conectar
Wilton alienta a las personas mayores a redefinir su forma de encarar el sexo y la intimidad, y a ser flexibles al respecto, además de tener una actitud positiva si algo no funciona sin incorporar pensamientos negativos. “Digamos que tu pareja no consigue tener una erección o que no parece estar de humor. No se debe poner en plan, ‘madre mía, no quieren estar conmigo. Esto es horrible. Tenemos que dejarlo’”.
En cambio, recomendó adaptarse y probar algo diferente. “Simplemente acurrúquense, dense un masaje en la espalda o tóquense de manera diferente”, sugirió. “Simplemente dé ese tiempo y espacio para que las cosas se muevan y fluyan un poco más orgánicamente”.
5- Estar atento a los efectos secundarios de los medicamentos
Enfermedades que son habituales, en su mayoría, de personas adultas como la diabetes, las afecciones cardíacas, el Parkinson, entre otras, pueden generar una serie de problemas que afecten las relaciones sexuales, a veces por efecto de la propia enfermedad y otras por los medicamentos que son propios para tratarlas. Wilton aconsejó preguntar al respecto al médico y solicitarle alternativas si un fármaco puede tener un impacto secundario en la vida sexual.
Walter Ghedin, médico psiquiatra y sexólogo (MN 74794): “Hay que derribar el mito de que la vida sexual se termina cuando uno entra en la longevidad o en la madurez. En realidad, no es así (Getty)
6- Ser optimista y siempre esperar lo mejor
A pesar de los desafíos, Wilton dice que el sexo que tienen las personas adultas a medida que pasan los años puede ser lo mejor de la vida. “A veces también desarrollamos un poco más de confianza en nosotros mismos cuando nos hacemos mayores. Estamos como, ‘sí, ¿sabes qué?, soy quien soy y me gusto’. La mayoría de las personas, a medida que envejecen, dejan de preocuparse por algunas de esas cosas menos importantes, y creo que eso también promueve una mejor vida sexual”.