Falleció esta tarde del jueves el distinguido munícipe santiagués Mario Méndez, ex director de Relaciones Públicas en Santiago del Grupo León Jimenes, destacando por su gran respaldo a las actividades sociales, culturales y deportivas de la región.
Méndez fallece a los 71 años, tras luchar desde hace 18 meses con un cáncer de páncreas, que finalmente venció su resistencia, pasada las 1:22 de la tarde, en su residencia de esta ciudad.
Le sobreviven Laudy Suazo, esposa y sus hijos Graciela, Mario César y Marí Méndez.
La Familia informó que ha iniciado los trámites para las honras fúnebres, que se efectuarán en el Cementerio Fuente de Luz, este viernes 29 desde las 9:00 de la mañana, hasta la 1:30 de la tarde cuando recibirá cristiana sepultura.
Debido a la pandemia del COVID-19 se seguirán las normas de alejamiento social, con visitasen grupos de 5 a 7 personas cada 15 minutos, manteniendo el distanciamiento.
A Mario Méndez se le define como un aliado incondicional del progreso social, siendo impactante su trabajo con los artistas a partir del concurso de arte Eduardo León Jimenes, fue un aliado insustituible de la crónica deportiva de Santiago, del Colegio de Periodistas y de las diferentes entidades sociales de servicios humanitarios.
Cultivando como un arte el bajo perfil, fue la mano amiga y solidaria de las entidades que se relacionaban con una empresa que mantiene la vanguardia como mecenas del arte y la cultura nacional.
Mario fue además catedrático de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra y profesor del Centro Cultural Dominico Americano.
Amigo, solidario, reservado, eterno enamorado de la vida, Mario Méndez Castillo deja al partir un legado de buen ciudadano y un ejemplo de amor por su país.
Liceísta furibundo convirtió siempre la temporada de béisbol invernal, en un intercambio de bromas agradables, dependiendo de quien ganara si Águilas o Tigres.
Por sus bondades, trabajo y empeño de ser cada vez más amigable con su entorno, pero casi de incognito, Mario Méndez vivirá por siempre escondido en los corazones de los santiagueros, que tuvimos el honor de conocerle.
