Por Joel Chalas
El Partido Revolucionario Moderno (PRM) se encuentra en un momento crucial para asegurar su continuidad en el poder hacia las elecciones de 2028.
El dinamismo del partido es fundamental para fortalecer su posición política, y es esencial que todos sus miembros, desde la base hasta los altos dirigentes, trabajen de manera unida hacia este objetivo.
El PRM necesita implementar un protocolo que comience con la firma de una carta compromiso por cada aspirante a la presidencia. Este documento debe fomentar la unidad y prevenir conflictos internos, garantizando que todos los miembros tengan la oportunidad de participar en los procesos electorales de manera justa.
Las acciones deben enfocarse en aumentar la simpatía hacia el oficialismo, creando condiciones que favorezcan un triunfo sólido en 2028.
Es crucial evitar divisiones y fomentar la cohesión interna, así como gestionar adecuadamente las expectativas de los ciudadanos y militantes.
El partido también debe enfrentar desafíos significativos, como la crítica de la oposición, la necesidad de innovación en estrategias electorales y la atención a problemas económicos y sociales.
La transparencia y la rendición de cuentas son vitales para mantener la confianza del electorado, mientras que la construcción de alianzas puede ampliar su base de apoyo.
En resumen, el PRM debe actuar de manera proactiva y estratégica para abordar estos desafíos y asegurar su éxito en las próximas elecciones, aprendiendo de la experiencia de su líder, Luis Abinader, quien ha demostrado su capacidad para ganar y retener el poder.