En 61 días de pandemia el Ministro de Salud no ha podido lograr los siguientes aspectos:
Implementar el despistaje con pruebas masivas y gratis para detectar los contagiados sintomáticos y asintomáticos
Hacer un levantamiento de todo la infraestructura del sistema de salud para determinar cuantas camas, las UCI, internistas, médicos y enfermeros , personal de apoyo, técnicos y proyectar cuantos serán las camas, UCI con sus respiradores mecánicos y personal médicos y técnicos que necesitaremos cuando la pandemia alcance su máximo y cuantos nuevos centros de internamientos deben habilitarse para ofrecer una asistencia médica con aislamientos hospitalaria a todos los contagiados.
No ha podido habilitar el primer Centro de Internamiento para ofrecer asistencia médica a los contagiados leves, asintomáticos y a parte de los 4,256 contagiados confirmados que se encuentran en aislamientos domiciliarios.
No ha podido lograr que las Administradoras de Riesgos de Salud ARS y los Prestadores de Servicios de Salud, las clínicas privadas, acepten los contagiados y le den seguimientos y supervisión a los que se encuentran en aislamientos domiciliarios.
Lo más simple que pudo haber logrado el Ministro de Salud para fortalecer el distanciamiento social la distribución gratis de mascarillas y la aplicación masiva de las pruebas rápidas y de PCR, que son dos elementos esenciales para una contención efectiva de la transmisión comunitaria, no ha podido lograrlo.
El Ministro de Salud lo que debe reconocer es que está administrando un sistema de salud colapsado que no ha podido brindarle una asistencia médica real a todos los contagiados pues en el Boletín No 43 revela que de los 5,588 casos activos sintomáticos confirmados solamente 1,332 están en aislamiento hospitalario que representan el 23.83% de todos los contagiados activos, como se puede contener una pandemia de este virus tan letal e infeccioso teniendo prácticamente en la calle el 76.17%, unos 4,256 contagiados que se encuentran en aislamiento domiciliario.
Esta es la verdadera realidad del colapso del sistema de salud al dejar sin asistencia médica a 4,256 contagiados, enviándolo a su casa a morir y a contagiar a sus familiares.
Hay que reconocer que las medidas de la cuarentena, el toque de queda y las restricciones de tránsito, que han sido muy bien acatada por la ciudadanía, han cumplido al retener el avance de la pandemia hacia los barrios populares y a disminuir un poco el avance exponencial de la pandemia.
Lo peor está por llegar que es la transmisión comunitaria en los grandes barrios populares, que viven en un hacinamiento tal, que le es imposible mantener el distanciamiento social, los brotes explosivos de contagio es cuestión de tiempo y será más trágica la situación si la pasividad del Ministro, el gobierno y del sistema de salud se mantienen y no aplican medidas serias para contener y mitigar la pandemia y superar el colapso del sistema de salud.
Por Franklin Rosa