La marca de ropa Lacoste, patrocinador principal del número uno del tenis, el serbio Novak Djokovic, le pedirá cuentas por la polémica de los últimos días en Australia, de donde finalmente fue expulsado por no cumplir los requisitos de vacunación del país.
“En cuanto sea posible contactaremos con Novak Djokovic para revisar los acontecimientos que han marcado su presencia en Australia“, indicó en un comunicado la casa del cocodrilo, que el serbio luce en su pecho desde que en 2017 firmó un multimillonario contrato y abandonó la japonesa Uniclo.
Lacoste es el primero de los patrocinadores de Djokovic que muestra su descontento con la actitud del tenista, cuya negativa a vacunarse le ha impedido defender su título en el Abierto de Australia, donde aspiraba a lograr su 21 Grand Slam y convertirse en el tenista con más “grandes”, por delante del español Rafa Nadal y del suizo Roger Federer.
La marca francesa agradece sus esfuerzos a los organizadores del torneo para “asegurar su celebración en buenas condiciones para los jugadores, cuerpo técnico y espectadores”.
Djokovic regresó a Serbia después de once días de controversia deportiva, judicial y diplomática por su oposición a vacunarse contra la COVID-19. Allí fue recibido por su familia y numerosos aficionados serbios.
Los políticos serbios acusaron estos días a Australia de “maltratar” a Djokovic y el presidente de Serbia, Aleksandar Vucic, dijo que se trató de una “caza de brujas” y un espectáculo de estilo “orwelliano”.
Djokovic llegó a Australia el 5 de enero con una exención médica que le permitía jugar el Abierto de Australia y que después dio paso a dos arduas batallas legales para recurrir sendas cancelaciones de su visado y dos detenciones en un hotel.
El resto de los patrocinadores de Djokovic, por ahora, no se han pronunciado sobre esta polémica. EFE