En el marco de la reunión del bloque, Bogotá responsabiliza a Maduro de la integridad de Guaidó
La declaración del bloque, una alianza de 13 Estados latinoamericanos y Canadá creada en 2017 para promover una salida a la crisis venezolana, también condena al régimen chavista por haber impedido el ingreso de las ayudas internacionales el pasado sábado 23 de febrero, “mediante actos de represión violenta que ocasionaron múltiples heridos y muertos en la frontera con Colombia y Brasil, todo lo cual ha agravado el riesgo en que se encuentran la vida, dignidad e integridad de los venezolanos”. Asimismo, solicita a la Corte Penal Internacional tomar en consideración la grave situación humanitaria en Venezuela, pues considera que la represión contra la población civil, y haber negado el paso de la asistencia, constituye un crimen de lesa humanidad.
Tras leer la declaración formal, el canciller colombiano, Carlos Holmes Trujillo, ha denunciado que hay informaciones de “serias y creíbles” amenazas contra el líder de la Asamblea Nacional y su familia. Desde Bogotá responsabilizan “al usurpador Maduro de cualquier acción violenta contra Guaidó”, lo que obligaría a actuar al Grupo de Lima. “Juan Guaidó representa el anhelo de libertad y democracia de los venezolanos: es el futuro. Maduro, el usurpador, es el pasado”, ha enfatizado el jefe de la diplomacia colombiana.
Al encuentro asistieron el presidente de Colombia, Iván Duque, y el vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, quien insistió en que para la administración de Donald Trump todas las opciones están sobre la mesa. Washington anunció 56 millones de dólares adicionales de asistencia para sus aliados en la región que han recibido migrantes venezolanos con el propósito de atender lo que considera una crisis regional, y llamó a congelar los activos de funcionarios chavistas. El país norteamericano fue el primero en reconocer como mandatario a Guaidó, y se ha volcado en respaldarlo, aunque no pertenece formalmente al grupo de Lima. También asistieron al encuentro los mandatarios de Panamá, Juan Carlos Varela, y de Guatemala, Jimmy Morales; el vicepresidente de Brasil, Hamilton Mourão, y la vicepresidenta y canciller de Panamá, Isabel Saint Malo. México, Santa Lucía y Guyana -que no reconocen a Guaidó- se marginaron del encuentro en Bogotá, y también Costa Rica, que sí lo reconoce.
Los “usurpadores” que detentan el poder en Venezuela “amenazan la estabilidad del continente”, subrayó en su intervención Guaidó, quien llegó el viernes por sorpresa a Cúcuta, la víspera del frustrado intento de ingresar la ayuda humanitaria, y viajó el domingo a Bogotá, donde fue recibido con honores de jefe de Estado. El líder de la Asamblea Nacional remarcó que en el caso venezolano no hay un dilema entre guerra y paz, ni entre derecha e izquierda, sino entre democracia y dictadura. El régimen, denunció, no ha tenido de otra que recurrir a su “última línea de defensa”, constituida por presos, colectivos armados y grupos paramilitares, debido a que ya no cuenta con lealtades sólidas en las fuerzas armadas. “Esto es un problema de libertades y derechos fundamentales en un país”, afirmó. Después de calificar como “sádica” la quema de alimentos e insumos médicos frente a gente que los necesita, recordó que Venezuela se ha convertido en “santuario de terroristas”, en una alusión directa a la presencia de la guerrilla colombiana del Ejército de Liberación Nacional (ELN).
Adicionalmente, el Grupo de Lima redobló su respaldo a los representantes de Guaidó en las instancias internacionales y a la autoridad de la Asamblea Nacional. Más concretamente, volcó su apoyo al plan de rescate adoptado por el legislativo el mes pasado y pidió al Banco Interamericano de Desarrollo (BID) acompañar a los partidarios de Guaidó, como autoridades legítimas, “en la implementación de las reformas institucionales y económicas” necesarias para reactivar la economía, severamente golpeada por la hiperinflación y el desabastecimiento de alimentos y medicinas. elpais.com