Adam Abusalah, activista comunitario de 23 años, está indignado y lo deja muy claro mientras charla en un restaurante en pleno centro de Dearborn, en Michigan, en el Medio Oeste de Estados Unidos. Ha acudido tocado con una kufiya, el pañuelo blanquinegro palestino. Saluda a unos y otros bien en inglés, bien en dialecto árabe palestino, bien en una mezcla de ambos. “Trabajé en la campaña presidencial de Biden en 2020.
Entonces me ocupaba de movilizar el voto árabe estadounidense en su favor, de que la gente se registrara para votar y le apoyara. Y ahora, después de haberle ayudado a llegar a la C…
Este joven árabe estadounidense, que lleva involucrado en política toda su vida adulta, jura y perjura que jamás volverá a apoyar a Biden. “Ni aunque mi papeleta fuera la que decidiera las elecciones entre él o Donald Trump [el expresidente y candidato favorito republicano] votaría por él”, sostiene.